Controles del embarazo
Sirven para vigilar el adecuado progreso del embarazo, el correcto desarrollo del feto, realizar las pruebas necesarias para diagnosticar complicaciones y resolver todas las preguntas y dudas que puedan ir surgiendo.
Control mensual con ecografía
Aunque el ritmo de las visitas depende de cada caso, en general se recomienda un control mensual con ecografía hasta las 32 semanas de embarazo, y con mayor frecuencia conforme se acerca la fecha probable de parto.
Analíticas del embarazo (laboratorio propio)
- Analítica del primer trimestre: incluye la determinación del estado inmunológico de la madre frente a las infecciones que pueden trasmitirse al feto a través de la placenta, la confirmación del grupo sanguíneo y Rh y un test de Coombs indirecto (para detectar una posible incompatibilidad con el feto y poder valorar si la madre Rh negativo ha desarrollado esta inmunidad frente a un feto Rh positivo), un hemograma completo (para valorar si se padece anemia, y conocer si los glóbulos blancos y las plaquetas son normales) y la glucemia (valoración del nivel de azúcar en la sangre, ya que durante el embarazo puede potenciarse la posible aparición de una diabetes, que suele revertir después del embarazo). También se hace un análisis de orina para valorar el funcionamiento del riñón y si hay infecciones de las vías urinarias, muy frecuentes durante el embarazo.
Analítica del segundo trimestre: incluye un hemograma completo (para controlar el grado de anemia que de forma fisiológica se produce en el embarazo, pero que de ser más marcada de lo normal se deberá tratar con hierro o vitaminas), la repetición de algunos test de estado inmunológico frente a determinadas infecciones (en el caso de que hayan resultado negativos en el primer trimestre), del test Coombs indirecto (si la embarazada es Rh negativo) y el test de O´Sullivan (cribado para identificar a las embarazadas en riesgo de padecer diabetes gestacional). Se repite también el análisis de orina.
Analítica del tercer trimestre: incluye un hemograma completo y pruebas de coagulación para planificar el parto y la anestesia (si están alteradas pueden impedir el uso de anestesia epidural o tener un mayor riesgo de hemorragia en el momento del parto). Se repetirá también el análisis de orina.
Monitorizaciones fetales
La monitorización fetal es una técnica no invasiva que suele realizarse en las últimas semanas del embarazo y durante el parto para controlar la actividad uterina y el bienestar intrauterino del feto. Para ello se emplea un aparato que registra en una pantalla el número, la intensidad y duración de las contracciones y la frecuencia cardiaca fetal.
Diagnóstico prenatal: técnicas
Es el conjunto de técnicas realizadas durante el embarazo para conocer si el feto presenta algún defecto congénito.
Triple screening
Una de las pruebas más importantes en el embarazo es el llamado Triple Screening del primer trimestre, que es una prueba de cribado combinada que determina la probabilidad de que el feto sufra ciertas anomalías de tipo congénito, combinando pruebas de cribado bioquímico en sangre y pruebas de cribado ecográfico fetal (12 semanas) con la edad de la madre.Las pruebas de cribado (screening en inglés) estiman las probabilidades de que el feto tenga alguna de las anomalías cromosómicas más comunes (Síndrome de Down –trisomía 21-, de Edwards -trisomía 18- y de Patau –trisomía 13-, alteraciones en cromosomas X e Y) pero no lo confirman. Las pruebas de confirmación de anomalías cromosómicas –invasivas o no invasivas- están indicadas cuando las pruebas del primer trimestre dan resultados patológicos, ha habido alteraciones fetales en embarazos anteriores o por elección de la paciente.
Diagnóstico prenatal no invasivo
Análisis del ADN fetal mediante un análisis de la sangre de la madre, con el objetivo de detectar alguna de las anomalías cromosómicas más comunes (Síndrome de Down, de Edwards y de Patau, alteraciones en cromosomas X e Y), sin ningún riesgo para el feto ni para la madre.
Está especialmente recomendado para mujeres con índice de riesgo elevado para anomalías cromosómicas, tras las pruebas de control del primer trimestre. Se puede realizar desde la semana 10 hasta la semana 24 de embarazo y los resultados están disponibles en dos semanas. Ventajas:
- No invasivo: este tipo de pruebas no tienen ningún riesgo ni para la madre ni para el feto.
Diagnóstico precoz (antes que las técnicas invasivas): puede utilizarse desde la semana 10 de gestación, ya que tiene una elevada tasa de detección incluso con bajas concentraciones de ADN fetal.
Puede realizarse en todo tipo de gestaciones, incluyendo las técnicas de fecundación in vitro con ovocitos donados.
Puede utilizarse en embarazos gemelares para los cromosomas 21, 18 y 13 (Síndrome de Down, de Edwards y de Patau), pero no para los cromosomas X e Y.
Cribado prenatal invasivo
- Amniocentesis (a partir de la semana 15 de embarazo): consiste en la obtención de una pequeña muestra del líquido amniótico que rodea al feto, mediante una punción a través del abdomen materno. Además de anomalías congénitas relacionadas con el número de cromosomas, detecta también defectos del tubo neural como la espina bífida, el grado de madurez pulmonar del feto, la existencia de infección y algunas enfermedades genéticas. Tiene un riesgo de aborto del 0.5-1%.
Biopsia corial (semanas 11-12 de embarazo): consiste en la obtención a través del abdomen o de la vagina de vellosidades coriales, que forman parte del tejido de la placenta y puede considerarse como un tejido fetal, para el estudio de los cromosomas fetales, o estudios más sofisticados como el ADN o enzimas fetales. Es la técnica de elección para el diagnóstico de enfermedades monogénicas (estudio de biología molecular). Tiene un riesgo de aborto del 0.5-1%.
Ecografías clave en el embarazo
Ecografía 4D y 5D realidad aumentada
Las ecografías 4D y 5D realidad aumentada son un tipo de ecografía que permite la visualización del feto en tres dimensiones y en tiempo real, es decir, permite observar al feto moviéndose como si estuviéramos en el interior del útero. Gracias a ello se pueden ver gestos faciales del bebé como el bostezo, una sonrisa, el parpadeo o la succión. También se pueden ver claramente los movimientos fetales y valorar el estado de las extremidades, los genitales y otras partes del cuerpo.
Se puede realizar en cualquier momento del embarazo, pero la etapa ideal para poder apreciar bien los movimientos de la cara del feto es entre la semana 26 y la 28 . Al igual que en la ecografía convencional, los ultrasonidos no suponen ningún riesgo para la madre o el feto.
Atención al parto y al postparto
Contamos con un equipo de ginecólogos, matronas y anestesistas que de forma presencial cuidarán de ti en las diferentes fases del parto, desde el inicio de las contracciones hasta el alumbramiento del recién nacido y durante el puerperio -periodo de recuperación después del parto hasta transcurridas aproximadamente 6 semanas-.
En Unidad de la Mujer Recoletas creemos en una atención personalizada en el parto que, además de la mejor atención profesional, incluye la participación activa de las diferentes etapas del proceso, consensuando los cuidados según tus preferencias.
En nuestro centro de Valladolid dispones de un equipo de guardia las 24 horas del día los 365 días del año que te garantizará una atención integral y segura. Nuestro hospital de referencia para la atención al parto es el Hospital Campo Grande.