¿Qué es una angina de pecho?
La angina es un dolor o molestia en el pecho que se siente cuando no hay suficiente irrigación sanguínea al músculo cardiaco. Este músculo cardiaco necesita el oxigeno que transporta la sangre. La angina puede sentirse como una presión o un dolor opresivo en el pecho. Puede parecerse a una indigestión. También puede haber dolor en los hombros, los brazos, el cuello, la mandíbula o la espalda. La angina es un síntoma de la enfermedad de las arterias coronarias, la enfermedad cardiaca más común. Esta ocurre cuando una sustancia llamada placa se acumula en las arterias que llevan la sangre al corazón, reduciendo el flujo sanguíneo.
Tipos de angina de pecho
Hay tres tipos de angina:
- Angina estable es la más común. Ocurre cuando el corazón trabaja más fuerte que lo usual. La angina estable tiene un patrón regular. Se trata con descanso y medicinas.
Angina inestable es la más peligrosa. No sigue un patrón y puede ocurrir sin hacer algún esfuerzo físico. No desaparece espontáneamente con el reposo o las medicinas. Es una señal de que podría ocurrir un infarto luego.
La angina variable es la menos común. Ocurre cuando está descansando. Se trata con medicinas.
Como tratamiento preventivo, es importante vigilar y controlar los facotres de riesgo.
¿Qué causa la angina de pecho?
El origen de la angina de pecho se puede deber a diferentes causas:
- Obstrucción parcial en las arterias (arteriosclerosis) que suministran sangre al corazón (arterias coronarias).
Estrechamiento de la válvula aórtica (estenosis aórtica). Provoca que se obstruya el flujo sanguíneo desde el ventrículo izquierdo hacia la arteria aorta.
Anemia severa
Aumento de actividad de la glándula tiroides (Hipertiroidismo).
Acumulación de factores de riesgo, como la edad avanzada, tensión arterial alta, diabetes, hipercolesterolemia, vida sedentaria y consumo de alcohol y tabaco.
Síntomas de la angina de pecho
Los síntomas de la angina de pecho son similares a los causados por el infarto del miocardio, pero de diferente intensidad y duración. El signo más frecuente suele ser el dolor torácico, pero puede estar acompañado por otras molestias
- Ardor y opresión en el pecho.
Dolor en los brazos, la espalda, la mandíbula o el cuello.
Ganas de vomitar.
Dificultad para respirar. - Pérdida de conocimiento.
Diagnóstico
El primer paso para el diagnóstico de la angina de pecho es acudir al especialista adecuado para que valore tu estado de salud. Por norma general, el estudio se basa en un examen físico y la realización de la historia clínica con los antecedentes familiares. Para completar el diagnóstico es habitual que el doctor solicite la realización de pruebas complementarias.
- Electrocardiograma. Se trata de una prueba común que se utiliza para comprobar el correcto funcionamiento del corazón mediante una serie de electrodos pegados a la piel.
Análisis de sangre.
Rayos X de tórax.
Prueba de esfuerzo o ergometría. Control de la presión arterial, ritmo cardiaco y respiración mientras se somete al corazón a esfuerzo físico para detectar posibles patologías. Para completar el estudio, la prueba de esfuerzo puede ser simple o ir acompañada de un ecocardiograma, de un ecocardiograma de esfuerzo o de una gammagrafía cardiaca.
Tomografía computarizada coronaria (TAC). Si el especialista lo cree conveniente, puede solicitar la realización de un cateterismo cardiaco o coronariografía para estudiar los vasos que nutren al músculo cardiaco y no son visibles a través de la radiología convencional.
Resonancia magnética cardiaca. Esta prueba se utiliza para obtener imágenes detalladas de la estructura del corazón y los vasos sanguíneos.
Tratamiento
Para minimizar las posibilidades de aparición de la angina de pecho, como medida preventiva, es importante evitar los factores de riesgo y llevar un estilo de vida saludable. No obstante, si el especialista te ha diagnosticado esta patología, puede optar por los siguientes tratamientos:
- Reposo: el reposo puede aliviar el doilor de pecho cuando esta provocado por una angina de pecho estable.
Tratamiento farmacológico: es habitual el uuso de medicamente para relajar las arterias y otros vasos sanguíneos para aumentar el riego sanguíneo al músculo cardiaco.
Cirugía: en los casos más graves, el especialista puede requerir la realización de una cirugía para introducir un stent o realizar un bypass.