¿Qué es la hipertensión pulmonar?
La hipertensión pulmonar es una enfermedad crónica, progresiva y poco frecuente que se caracteriza por producir una presión arterial alta en los pulmones y en el lado derecho del corazón.
Causas y tipos
Este incremento de la presión se puede producir por varios motivos que representan una sobrecarga para el corazón en su función de impulsar la sangre hacia los pulmones.. Los más frecuentes son las enfermedades cardíacas y respiratorias crónicas; pero también hay situaciones en que la hipertensión pulmonar está provocada por enfermedades de las propias arterias pulmonares o por la obstrucción por coágulos de sangre que se cronifican.
Síntomas de la hipertensión pulmonar
Es por eso que las personas que tienen esta enfermedad muestran signos de cansancio, mareos, palpitaciones y dificultad para respirar. Con el tiempo, la sobrecarga del corazón puede producir un fallo cardíaco. No obstante, los signos y síntomas de la hipertensión pulmonar se desarrollan lentamente y, quizá, no los notes durante meses o incluso años.
De este modo, los signos y síntomas más frecuentes de la hipertensión pulmonar son:
- Falta de aire (disnea): inicialmente mientras haces ejercicio y, con el tiempo, mientras estás en reposo.
Fatiga.
Mareos o desmayos (síncope).
Presión o dolor en el pecho.
Hinchazón (edema) en los tobillos, las piernas y, con el tiempo, en el abdomen (ascitis).
Color azulado en los labios y la piel (cianosis).
Pulso rápido o latidos fuertes del corazón (palpitaciones).
¿Cuál es su tratamiento?
Aunque en los últimos años se han realizado grandes avances en el desarrollo de tratamientos, tristemente, se trata de una enfermedad que no tiene cura. No obstante, gracias a la investigación, los tratamientos son cada vez más efectivos y aumentan la esperanza y calidad de vida de los pacientes. Un hecho importante que retarda el último tratamiento posible, el trasplante pulmonar.
Es importante recordar que la atención primaria juega un papel fundamental para el diagnóstico precoz de la hipertensión pulmonar. Acudir a revisiones periódicas y visitar al especialista, si es necesario, es el primer paso para una vida sana.