¿Qué es la malformación de Chiari?
La malformación de Chiari es un problema que se produce en el tejido medular que se extiende por todo el canal medular. Son defectos estructurales en cráneo y cerebelo.
El cerebro y las partes superiores del tronco encefálico se encuentran encima de un orificio en el cráneo que permite el paso de la médula espinal, conocido como foramen magno. Cuando el cerebelo se extiende por debajo del forman hasta el conjunto raquídeo superior, se habla de una malformación de Chiari.
Esta afeccion puede aparecer cuando una parte del cráneo es más pequeña de lo normal o se encuentra deforme lo que hace que el cerebelo sea empujado hacia abajo.
Existen tres tipos de malformación
· Tipo I: los síntomas suelen aparecer durante la infancia tardía o la edad adulta
· Tipo II: la cantidad de tejido que baja por el canal medular es mayor que en el tipo I. La médula espinal y canal medular no se cerraron adecuadamente antes del nacimiento del paciente.
· Tipo III. Es uno de los tipos más graves. En este caso una parte del cerebelo o tronco cerebral se extiende por una abertura anormal tras el cráneo. Esta malformación se puede diagnosticar durante el embarazo o justo después del nacimiento. Tiene una alta tasa mortalidad.
¿Qué síntomas produce la malformación de chiari?
Los síntomas se producen en función del tipo de malformación.
Síntomas tipo I:
- Dolor de cuello
- Marcha inestable
- Mala coordinación de las manos
- Entumecimiento y hormigueo en las manos y los pies
- Mareos
- Dificultad para tragar, algunas veces acompañada de náuseas, atragantamiento y vómitos
- Problemas del habla
- Campanilleo o zumbido en los oídos
- Debilidad
- Ritmo cardiaco lento
- Curvatura de la columna vertebral
- Problemas respiratorios
Síntomas tipo II:
- Cambios en el patrón respiratorio
- Problemas de deglución
- Movimientos oculares rápidos hacia abajo
- Debilidad en los brazos
En algunos pacientes esta patología puede convertirse en un trastorno progresivo y provocar complicaciones graves. Pero en otros puede que no haya síntomas asociados y que no sea necesaria la intervención.
