¿Qué es la alergología?
Es una rama de la medicina que estudia la alergia y sus manifestaciones. Se trata de una especialidad médica que se encarga del estudio, diagnóstico y tratamiento de la alergia, una patología producida por una reacción inmunológica.
La alergología es una materia multidisciplinar que requiere, además de formación en el servicio de Alergia, rotaciones en Medicina Interna, Pediatría, Inmunología, Neumología, Dermatología y Otorrinolaringología. El campo de acción del alergólogo es muy amplio e incluye el estudio de diversos trastornos que afectan a distintos órganos o sistemas, o que pueden ser generalizados de todo el organismo.
En Recoletas Red Hospitalaria contamos con médicos especialistas en Alergología y, por tanto, preparados para prevenir, diagnosticar y tratar las enfermedades alérgicas, así como educar a pacientes y familiares acerca de ellas. Es importante resaltar que el alergólogo recibe formación y acumula experiencia en enfermedades alérgicas tanto en pacientes pediátricos como en adultos.
El alergólogo está capacitado para evaluar los diferentes aspectos de las enfermedades alérgicas que pueden afectar a distintos sistemas del organismo (piel, aparato digestivo, aparato respiratorio, sistema cardiovascular, etc.). Suele ocurrir que un mismo paciente presente rinitis, conjuntivitis, asma, dermatitis y alergia alimentaria. El alergólogo puede realizar un diagnóstico y tratamiento integral.
¿Cómo se diagnostica la alergia?
Se trata de detectar la sustancia o sustancias específicas que causan la reacción del sistema inmune. Para realizar el diagnóstico con certeza, el alergólogo dispone de una serie de pruebas in vivo (pruebas cutáneas y de exposición o provocación) e in vitro (analítica de laboratorio).
Pruebas cutáneas
Continúan siendo una de las principales herramientas diagnósticas en los procesos alérgicos; realizadas por personal cualificado y experto, son habitualmente seguras, rápidas en su realización, con un coste asumible y fiables. Existen diferentes técnicas en función del proceso alérgico que se vaya a evaluar: alérgenos inhalados, alimentos, contactantes, medicamentos, etc
Las pruebas cutáneas más eficaces son el prick test, la prueba intradérmica y la prueba epicutánea
El prick test:
Se utiliza para investigar la hipersensibilidad inmediata. Consiste en aplicar una gota del alérgeno en el antebrazo del paciente y se realiza un pequeño pinchazo con una lanceta de punta corta. Si la prueba es positiva aparece un pequeño habón, una inflamación que se enrojece y produce picor, en la zona que se ha producido la punción.
La prueba intradérmica:
Se utiliza para investigar las reacciones inmediatas y retardadas. Consiste en inyectar una pequeña cantidad del alérgeno, diluido, en la dermis. La prueba puede dar positiva entre 30 minutos, si la reacción es inmediata, y 24 horas, si la reacción es retardada.
La prueba epicutánea:
Se utiliza para investigar reacciones retardadas. Consiste en la aplicación de un parche con agentes alérgenos responsables de reacciones cutáneas. El parche se mantiene durante 48 horas y la reacción puede ser observada hasta dos días más tarde de su retirada.
Pruebas de provocación
Se utilizan, generalmente, para aclarar un diagnóstico de sospecha. Consiste en la administración controlada de sustancias que pueden dar lugar a reacciones alérgicas. Se expone al paciente para ver si reacciona a la sustancia alérgena. La administración puede ser nasal, bronquial, oral o parenteral
Analítica de laboratorio
Se realiza a través de análisis de sangre, cuantificando los medidores y evaluando el tipo de anticuerpos. La negatividad de esta prueba no excluye la sensibilidad del paciente al alérgeno por lo que siempre es recomendable complementarla con las pruebas cutáneas
En Recoletas Red Hospitalaria, recomendaremos el tratamiento más adecuado para cada paciente. El tratamiento integral del paciente alérgico incluye cuatro apartados:
· Medidas de control ambiental (desalergenización)
· Tratamiento farmacológico
· Tratamiento con vacunas (inmunoterapia)
· La educación del paciente alérgico y sus familiares.
Como en todas las enfermedades, es importante tomar medidas preventivas. Una vez que se haya realizado el diagnóstico etiológico o causal de la enfermedad alérgica han de indicarse las medidas de control ambiental o desalergenización. Estas medidas se aplicarán en función del alérgeno responsable; así, por ejemplo, las hay para pacientes alérgicos a pólenes, ácaros, epitelios u hongos.
