¿Qué es el cáncer de ovario?
El cáncer de ovario, como su nombre bien indica, es un tipo de cáncer que comienza en el aparato reproductor femenino, concretamente en los ovarios. Los ovarios, situados uno a cada lado del útero, son los encargados de producir óvulos y las hormonas estrógeno y progesterona.
Cabe mencionar que el cáncer de ovario, como el resto de tipos de cáncer, comienza cuando una célula presenta mutaciones. Estas irregularidades hacen que las células mutadas crezcan y se multipliquen muy rápido, generando un tumor de células cuyo ADN no es correcto. Estas células invaden tejidos cercanos y se desprenden de la masa tumoral para invadir otras partes del cuerpo y provocar lo que se conoce como metástasis.
-
Tipos
Por lo que se refiere a los tipos de cáncer de ovario hay que señalar que depende del tipo de célula en la que se origina lo que determina su tipología. Podemos distinguir:
- Tumores epiteliales: se forman en la capa delgada de tejido que recubre el exterior de los ovarios. El 90% de los tipos de cáncer de ovario son tumores epiteliales.
- Tumores estromales: se originan en el tejido ovárico en el que se producen hormonas. Cerca del 7% de los tipos de cáncer provienen de estos tumores, que se suelen diagnosticar en un estadio más temprano que otros.
Tumores de células germinativas: se producen en las células que producen óvulos. Estos tipos de cáncer son poco frecuentes y suelen aparecer en mujeres jóvenes.
-
Causas
Actualmente se desconoce a ciencia cierta, qué es lo que causa este cáncer, pero los expertos han determinado una serie de pautas que son precursores del cáncer de ovario. Así pues, los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de ovario son:
- Edad: este cáncer puede aparecer a cualquier edad, pero es más frecuente entre mujeres de 50 a 60 años.
Genética: hay un porcentaje de los tipos de cáncer de ovario que encuentran su origen en una mutación genética hereditaria. Los genes que determinan el riesgo de sufrir cáncer de ovario son: gen del cáncer de mama 1 (BRCA1) y gen del cáncer de mama 2 (BRCA2). Además, hay otras mutaciones genéticas, como las que conlleva el síndrome de Lynch, que aumenta el riesgo de tener cáncer de ovarios.
Antecedentes familiares: las personas con familiares que hayan sufrido cáncer de ovario tienen mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad. Por tanto, es fundamental la prevención.
Terapia de reemplazo hormonal con estrógenos: si se hace un uso a largo plazo y en grandes dosis puede desencadenar en un cáncer de ovario.
Duración de la menstruación: el inicio de la menstruación a una edad temprana o el inicio de la menopausia a una edad avanzada, pueden incluir en el desarrollo de este cáncer.
-
Síntomas
Cabe mencionar que el cáncer de ovario en un estadio temprano no suele causar síntomas, ya que los dolores en los ovarios pueden ir asociados a periodos de ovulación. Por contra, el cáncer de ovario en una etapa más avanzado provoca síntomas, no específicos, que se suelen confundir con otro tipo de afecciones.
Los síntomas más claros del cáncer de ovario son:
- Inflamación o hinchazón abdominal
Rápida sensación de saciedad al comer.
Adelgazamiento brusco.
Dolores en la zona de la pelvis y la espalda
Cambios en los hábitos intestinales, tales como estreñimiento
Necesidad frecuente de orinar.
Cansancio
Molestias al mantener relaciones sexuales
-
Diagnóstico
La peculiaridad del cáncer de ovario es que se suele detectar cuando se encuentra en fase de expansión a la pelvis y abdomen, principalmente. Este estadio tardío hace que sea más difícil su tratamiento. A diferencia de ello, si el cáncer de ovario se detecta en fase inicial es mucho más fácil garantizar su curación.
Para realizar un diagnóstico se realizan distintas pruebas:
- Exploración clínica.
Ecografía transvaginal o transrectal.
Marcadores tumorales en sangre, especialmente el CA-125.
Pruebas de imagen: TAC, ecografía abdominal o resonancia magnética.
Exploración quirúrgica.
-
Tratamiento
Una vez diagnosticado el cáncer de ovario, lo habitual es realizar cirugía para eliminar el tumor. También se utiliza la quimioterapia para eliminar cualquier signo de esta enfermedad. Asimismo y para evitar que vuelva a aparecer el cáncer se suele extirpar el útero y los ovarios. En algunos casos y siempre por recomendación médica también se extirpan los ganglios, algún segmento de intestino, peritoneo, vía urinaria, bazo o alguna metástasis en el hígado, entre otras partes.
Con todo, desde Recoletas Red Hospitalaria apostamos por la prevención. Por ello, no olvides que ante cualquier malestar o anomalía, tenemos un gran equipo de especialistas en Ginecología y Oncología a tu servicio. Recuerda que el cáncer llega sin pedir permiso.