¿A qué son debidas las infecciones urinarias recurrentes en la mujer? ¿Cómo se trata? y ¿cuáles son los síntomas?
12 julio, 2018 Instituto Urológico | Maternidad y ginecología
A lo largo de la vida de la mujer, es habitual padecer alguna infección urinaria, en algunos casos de forma recurrente. En este post veremos cuáles son las infecciones más comunes, los motivos y la forma de tratar y prevenir esta dolencia.
Por regla general, la orina es estéril lo que significa que no existen bacterias ni microorganismos infecciosos. Sin embargo, existe la posibilidad de infección en los conductos urinarios por distintas causas. Por tanto, debemos saber que existen diversos tipos de infecciones urinarias y que estas afectan tanto a mujeres como a hombres. En esta ocasión vamos a centrarnos en aquellas que afectan a la mujer, ya que son más propensas a sufrir este tipo de infecciones.
Las infecciones urinarias deben tratarse de forma adecuada y rápida para evitar complicaciones que pueden derivar en una lesión renal o una extensión de la infección, además un mal tratamiento puede provocar la recurrencia de la infección. Las más habituales te las indicamos a continuación resumiendo los síntomas principales y las causas de cada una de ellas:
- La cistitis se presenta con la necesidad urgente de orinar, incontinencia, sensación de no expulsar toda la orina, escozor, dolor en el pubis y en algunos casos fiebre. Se produce por una infección en la vejiga y es más común en mujeres. Algunos casos pueden ser asintomáticos, por lo que la persona que lo padece, no es consciente de ello.
- La uretritis es la inflamación de la uretra y tiene lugar en pacientes normalmente jóvenes y el principal síntoma es dolor y dificultad en el momento de orinar.
- Una de las más típicas en el caso de las mujeres es la vaginitis, según estudios el 90% de las mujeres la sufre en algún momento de su vida. La vaginitis no es una infección urinaria y se trata de una inflamación en la pared mucosa de la vagina y los síntomas principales son picor, hinchazón y enrojecimiento de la zona vaginal.
- La pielonefritis es la infección bacteriana del tracto genitourinario superior. Los principales síntomas son dolor en la zona renal y fiebre , con o sin antecedentes de síndrome miccional (picor, escozor, dificultades y dolor para miccionar, aumento del número de veces a las que se tiene que orinar).
- Un tumor de vejiga puede simular síntomas de ITU. Ante un sangrado urinario (hematuria) es siempre necesario hacer un estudio urológico y no atribuirlo a una infección urinaria ya uqe el origen puede ser tumoral.
Para diagnosticar la infección adecuadamente es necesario acudir al especialista en urología para que revise nuestra historia clínica y realice la exploración correspondiente. De esta forma nos indicará las pruebas a las que debemos someternos para el análisis del origen de esa infección y su posterior tratamiento.
La mejor forma de detectar la infección es a través de cultivo de orina, que es la prueba fundamental y necesaria para diagnosticar que existen microorganismos y es efectivamente una infección del tracto urinario (ITU). Toda sospecha de ITU precisa la realización de un urocultivo. También pueden requerirse otras pruebas diagnósticas comohemograma, análisis sistemático de orina, radiografía de abdomen, ecografía, TAC etc.
¿Por qué se producen las infecciones urinarias?
Las causas más frecuentes que provocan las infecciones del tracto urinario son:
- La actividad sexual: el coito puede propiciar la introducción de bacterias en la vejiga y provocar cistitis. Además el uso de preservativos recubiertos de espermicida, altera la flora bacteriana interna, lo cual se asocia a un aumento de infecciones.
- El embarazo: en esta etapa de la vida las mujeres son más susceptibles a padecer infecciones, así como en el momento tras el parto debido al sondaje.
- Obstrucción de los conductos: cualquier causa que provoque una obstrucción que interfiera en el flujo de la origina aumenta la frecuencia de infecciones, esto puede darse por estrechamiento de los conductos, aumento del tamaño de la próstata, cálculos, tumor, etc…).
- Reflujo vesicouretral: es decir, el retroceso de la orina desde la vejiga hasta los uréteres o riñones.
- Presencia de litiasis (cálculos o piedras urinarias) que hacen de “refugio” de los gérmenes.
- Factores genéticos: existen personas más propensas a padecer estas infecciones por contar con un ambiente vaginal con unas condiciones favorables al desarrollo bacteriano.
La frecuencia de las infecciones de orina, dependen directamente de la edad, la actividad sexual y el método anticonceptivo utilizado. Las mujeres entre 15 y 24 años son más propensas a sufrir esta dolencia, así como en aquellas que se encuentra en la etapa del embarazo. Se considera una infección recurrente cuando se producen dos episodios en un periodo de 6 meses.
La infección de las vías bajas son motivo de preocupación, la cistitis puede provocar la infección de las vías altas o bacteriemia. En el caso de infecciones repetidas en las vías altas se precisa buscar cálculos renales u otras alteraciones urológicas como litiasis o tumor. Los pacientes con diabetes u otras enfermedades que puedan afectar al riñón también pueden motivar las infecciones repetidas. Por tanto, síntomas miccionales persistentes no son siempre es sinónimo de infección y es necesario descartar otras causas no infecciosas.
Tratamiento y prevención de la infección urinaria
El tratamiento se realiza normalmente a través de la prescripción de antibiótico según el agente que haya causado la infección o antifúngico si se trata de una infección por algún hongo. En ocasiones también se requieren analgésicos para controlar el dolor producido por la infección. El tratamiento de una ITU aislada (cistitis) son tres días de antibioterapia, aunque en el caso de ITUs recidivantes es necesario un tratamiento más largo que suele durar unas dos semanas.
Las mujeres que tienden a sufrir infecciones frecuentes, se tratan a través de la administración prolongada de pequeñas dosis de antibióticos para prevenir las recidivas.
Por último, te dejamos algunas indicaciones y consejos para prevenir y evitar la infección urinaria:
- Mantener una buena hidratación e higiene íntima adecuada es esencial tanto en el tratamiento como para prevenir una infección.
- Ayudará a prevenir una infección, orinar con frecuencia y vaciando completamente la vejiga para evitar que los gérmenes crezcan en el interior.
- Limpiarse de adelante hacia atrás.
- Evitar el uso de espermicidas que alteren el pH natural.
- Cambiarse el bañador húmedo cuando estemos en piscinas o playa (evitar que la zona esté húmeda de forma prolongada).
- Uso de lubricantes en las relaciones en el caso de las mujeres en la etapa de la menopáusia.
- Tomar alimentos que mantengan un pH ácido en la orina; aquellos que contengan vitamina C que dificultan que las bacterias se adhieran a las paredes de la vejiga (naranja o arándanos rojos).
Si observas alguno de estos síntomas o padeces infección urinaria de forma reiterada, puedes consultar con nuestros especialistas de la unidad de urología.
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