¿Cómo afrontar la vuelta al trabajo tras la baja maternal?
15 septiembre, 2015 Maternidad y ginecología
Después de convertirse en madres y de disfrutar del permiso de maternidad, que según la actual Ley española es de 16 semanas ininterrumpidas, la mayoría de las mujeres tiene que (y quiere) volver al trabajo, ya sea a tiempo completo o con horario reducido. Es un momento que genera mucha incertidumbre y en el que hay que planificar varias cosas importantes: la negociación de la conciliación con tu empresa, cómo adaptar la alimentación del bebé y la organización de quién lo va a cuidar cuando tú no estés.
Conciliación con la empresa
Comunica con antelación tu reincorporación a tu empresa. Si esta se presta al diálogo, es importante intentar buscar soluciones y alternativas de conciliación. En este sentido, la Ley refleja varias opciones:
- Flexibilidad laboral. Es un derecho que tiene todo trabajador para poder conciliar su vida laboral con la personal y familiar. Se puede adaptar tanto la duración como la distribución de la jornada laboral, siempre y cuando se llegue a un acuerdo con el empresario. Algunos ejemplos de flexibilidad laboral son la jornada continuada o el horario flexible.
- Reducción de jornada. Todo trabajador, hombre o mujer, tiene derecho a una reducción de jornada, con la correspondiente reducción de salario, en caso de tener algún hijo menor de doce años o con discapacidad física, psíquica o sensorial, eligiendo el horario que más convenga dentro del horario habitual de trabajo.
- Permiso de lactancia: Es recomendable que te informes de si en tu empresa es posible acumularlo como un permiso añadido a la maternidad, o es obligatorio disfrutarlo como un permiso de una hora diaria durante los primeros nueve meses del bebé.
Alimentación y lactancia
Todas las recomendaciones médicas sobre lactancia dicen que lo ideal es mantener la leche materna como alimentación exclusiva hasta los 6 meses de edad del bebé, pero la vuelta al trabajo tras el final de la baja maternal en España es a los 4 meses, lo que deja a las madres trabajadoras dos grandes opciones: iniciar antes de los seis meses la alimentación complementaria con leche artificial, o mantener la lactancia exclusiva sacándose leche para que el bebé la tome en su ausencia. Esta segunda opción no es fácil: hay que tener leche suficiente y organizar un sistema de conservación y transporte. Para alternar dar el pecho en los horarios en los que es posible y dar biberones que contengan la leche materna cuando estés en el trabajo existen varias alternativas que te pueden ayudar:
- Sacaleches manual o eléctrico. Para extraer la cantidad de leche necesaria te puedes ayudar de un sacaleches y después almacenarla a temperatura ambiente hasta seis horas.
- Refrigerar la leche materna: en este caso, se podrá almacenar la leche un mayor periodo de tiempo (de 5 a 7 días), siempre en el interior del frigorífico (no en la puerta).
- Congelar la leche materna: su tiempo de consumo dependerá del tipo de congelador, pero puede variar de entre 2 semanas hasta 6 meses.
La Liga de la Leche recomienda etiquetar y fechar cada biberón o recipiente donde se ponga la leche antes de almacenarla, para su mejor control; así como su congelación en pequeños envases, para una mejor descongelación.
Quién cuida del bebé: planificación con la pareja
Tener un hijo supone una adaptación a las nuevas tareas y rutinas que se han añadido al día a día de los padres, por lo que una planificación conjunta en pareja es esencial. Cada pareja llegará a acuerdos de cómo compaginar carreras profesionales, horarios y vidas personales. Hay algunas parejas que afortunadamente pueden organizar sus horarios para estar siempre uno de los dos con su hijo, aunque la mayoría tiene que buscar ayuda como los abuelos o familiares de confianza, las guarderías y los cuidadores en casa. Valorad todas las opciones y elegid la que mejor se adapte a vuestras necesidades.
Aunque el momento de la reincorporación laboral y la separación de tu bebé pueden generar incertidumbres, dudas y culpas, existen varios estudios, entre ellos los realizados en University College London y Harvard University, que han mostrado que los hijos de madres trabajadoras desarrollan mejores hábitos y comportamiento, socializan más y son más autónomos.