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La alergia es una respuesta exacerbada, una reacción de hipersensibilidad del sistema inmunitario que identifica como nocivas determinadas sustancias inocuas habitualmente toleradas por la mayoría de las personas.

¿Cuáles son las alergias alimentarias más comunes?

8 julio, 2023 Grupo Recoletas | Nutrición y dietetica | Publicaciones | Unidad de Obesidad

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La alergia es una respuesta exacerbada, una reacción de hipersensibilidad del sistema inmunitario que identifica como nocivas determinadas sustancias inocuas habitualmente toleradas por la mayoría de las personas.

Existen 14 alérgenos de declaración obligatoria en el etiquetado nutricional de los alimentos. Estos songluten, crustáceos, huevos, pescado, cacahuetessojalácteos, frutos con cáscara, apio, mostaza, sésamo, sulfitos, altramuces y moluscos. 

En el caso del gluten, su declaración obligatoria en caso de estar presente en el alimento en cuestión, facilita a aquellos con enfermedad celíaca la exclusión de aquello que lo contenga, a pesar de no ser una alergia como tal (aunque puede existir la alergia al trigo).

El caso de las alergias alimentarias es una patología en aumento

Existen dos tipos:

  • IgE mediada: reacción de hipersensibilidad a alimentos de base inmunológica producida por un mecanismo mediado por una inmunoglobulina, la IgE. La clínica más frecuente es la cutáneo-mucosa, así como también puede implicar al aparato digestivo o respiratorio, siendo la anafilaxia su forma de expresión más grave. Son reacciones inmediatas, hasta 2 horas posteriores a la ingesta. 
  • IgE no mediada: con elevada prevalencia entre la población infantil. Se estima que hasta un 60% de los casos de APLV (alergia a la proteína de leche de vaca) estarían producidos por mecanismos no mediados por IgE. La sintomatología se da de forma tardía y predominan los síntomas digestivos. 

Los síntomas pueden ser diversos según el tipo de alergia alimentaria, pero pueden ir desde la sensación de picor/hormigueo hasta la anafilaxia, pasando por erupciones cutáneas, mareos, diarrea, náuseas, vómitos e hinchazón de labios, lengua, garganta…

Cuando se alcanza el escenario de la anafilaxia, debemos llamar de inmediato a emergencias y preguntar a la persona afectada si lleva consigo un autoinyector de epinefrina para valorar si necesita ayuda para inyectarse el medicamento. 

En muchas ocasiones se tiende a pensar que ante la APLV basta con evitar la lactosa, pero en este caso no es así, ya que la lactosa es el azúcar, mientras que la reacción la está generando la parte proteica. Por lo tanto, lo que ha de evitarse es la leche de vaca en todas sus formas de presentación, así como todos sus derivados (mantequilla, nata, leche evaporada, yogur, quesos…). La solución es sustituir estos por productos que no sean de origen animal como las bebidas vegetales (soja, almendra…)

Es posible que en caso de APLV exista reactividad cruzada ante lácteos de oveja y cabra, y estos también deban evitarse. Este es un fenómeno que ocurre cuando un mismo anticuerpo IgE es capaz de reconocer distintos alérgenos en especies diferentes como ocurriría en este caso. 

Hay personas que refieren tener alergia oral, ésta afecta a boca y lengua especialmente tras comer ciertas frutas y verduras frescas que contienen sustancias similares a ciertos pólenes. En estos casos pocas veces se desarrollan reacciones alérgicas graves como ocurre en el caso de la anafilaxia. 

Una alergia en auge, y que está relacionada con lo anterior, es la alergia a las LTPs, proteínas de defensa que se encuentran, principalmente, en la piel de frutas y verduras, aunque también están en otros alimentos vegetales. Es un tipo de alergia más común en niños y puede desencadenarse con cofactores como el ejercicio, la menstruación o la ingesta de AINEs (ibuprofeno). La cantidad de alimentos afectados es muy elevada, por lo que la dieta tendrá que ser muy personalizada.

El diagnóstico de las alergias alimentarias se realiza mediante un test cutáneo en el que, sobre la piel del brazo se aplican unas gotas que contienen el alérgeno al cual podemos ser sensibles y así observar la reacción que presentamos hacia el mismo. En ocasiones también se realiza una prueba de provocación, en la cual, bajo control médico, se observa la reacción que se da tras la ingesta del alimento. 

En el manejo de las alergias alimentarias la figura del dietista-nutricionista es una pieza clave que guiará, acompañará y aconsejará al paciente cómo hacer frente a dicha alergia, evitando la exposición al alérgeno y el riesgo de que se produzca una reacción alérgica, manteniendo un adecuado estado nutricional

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