Diferencia entre mamografía y ecografía de mamas
15 octubre, 2020 Maternidad y ginecología
Etiquetas: Cáncer de Mama, ecografía de mama, pruebas cáncer de mama, qué es una mamografía
La detección precoz del cáncer de mama es uno de los campos para los que la ciencia ha avanzado mucho en los últimos tiempos. Cada vez son más precisas las técnicas que permiten realizar un diagnóstico temprano, el cual es fundamental para poder aumentar las posibilidades de que las mujeres superen la enfermedad.
En Recoletas disponemos de la Unidad de la Mujer Recoletas, que es el centro de referencia en el cuidado y promoción de la salud de la mujer y su entorno familiar a lo largo de todas las etapas de la vida. Hoy vamos a abordar un tema relacionado con el cáncer de mama y que influye en su detección precoz, las dos técnicas de diagnóstico por imagen más extendidas: mamografías y ecografías mamarias.
Técnicas de Diagnóstico por imagen más comunes
Como decíamos las dos técnicas de diagnóstico por imagen más extendidas son las mamografías y las ecografías de mamas, pero ¿en qué se diferencian?
Cómo es una mamografía y en qué casos se realiza
La mamografía consiste en una radiografía de las mamas capaz de detectar lesiones en fases muy tempranas de la enfermedad, ya que permite detectar lesiones en la mama hasta dos años antes de que sean palpables y cuando aún no se han extendido.
La mamografía es una prueba sencilla y no dolorosa, aunque en ocasiones puede resultar molesta, ya que es preciso realizar presión sobre la mama para mejorar la calidad de la imagen. Para que ninguna zona de la mama quede sin explorar generalmente se realizan dos proyecciones por cada mama. La dosis de radiación empleada en la mamografía es mínima, por lo que resulta inofensiva.
Cómo se hace una ecografía mamaria
Las ecografías de mamas se llevan a cabo de forma manual por un especialista con experiencia y utilizando ultrasonidos que permiten ver, en un monitor, la densidad y la estructura de los tejidos. Esta técnica ofrece un excelente nivel de detalle y permite distinguir, tras haber detectado el ginecólogo un nódulo en la exploración clínica o en la mamografía, entre las lesiones líquidas (quistes, que son benignos) y las lesiones sólidas (que pueden ser benignas o malignas). También se utiliza, y esto es muy importante, para guiar la aguja en la toma de muestras o biopsias.
A diferencia de las mamografías, en las ecografías no se utiliza radiación para ejecutar la exploración de los senos por lo que no es invasiva y no tiene riesgos para la salud. Además, tampoco es necesario utilizar el compresor que aplica presión sobre estos y que, en muchos casos, ocasiona dolor a las pacientes.
Entonces, ¿por qué la mamografía está considerada como el principal instrumento de diagnóstico precoz del cáncer de mama? Por dos razones principalmente. La primera es que en la ecografía es muy difícil detectar las microcalcificaciones, que pueden ser uno de los primeros signos del cáncer de mama y la mamografía sí las detecta.
En segundo lugar, porque al no ser realizada de forma manual como ocurre con las ecografías mamarias, se elimina el riesgo de que el especialista no sea capaz de ver alguna alteración pequeña, algo que podría ocurrir en el caso de aquellas mujeres con senos de mayor tamaño y con gran cantidad de grasa.
En definitiva, ambos se deben entender como procedimientos complementarios. En cualquier caso, se recomienda hacer una ecografía de mama antes de la mamografía en mujeres con mamas densas, porque en estos casos para detectar alguna lesión se requerirían distintos planos para el diagnóstico.
Desde Recoletas, os recomendamos que llevéis siempre a cabo exploraciones y tengáis en cuenta la importancia del diagnóstico precoz. En caso de detectar cualquier anomalía, acudid a un especialista. Cualquier duda, podéis contactar con nosotros, estaremos encantados de ayudarte.