Grasa visceral, la grasa más peligrosa
22 septiembre, 2021 Unidad de Obesidad
Etiquetas: grasa visceral, Obesidad, Unidad de obesidad
La grasa es necesaria para las funciones de nuestro organismo y tiene un papel importante en la regulación de muchas de las hormonas. Por eso, tener un porcentaje de grasa no solo es recomendable, sino que es imprescindible para algunas funciones vitales. Es decir, necesitamos lo que se conoce como grasa esencial, que es la grasa mínima (que no quiere decir óptima) que necesita tu cuerpo para proteger tus órganos, nervios y cerebro. Y los porcentajes son: 3-4% en hombres y 9-10% en mujeres.
Por otro lado, tenemos el porcentaje de grasa óptimo, que son los porcentajes de grasa que se consideran dentro de un rango adecuado y saludable. Según la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, los porcentajes de grasa adecuados para hombres oscilan entre el 12 y 20% y para mujeres entre el 20 y el 30%. Fuera de esos rangos, hablaríamos de que el porcentaje de grasa corporal ya no es adecuado ni óptimo.
Sin embargo, no toda la grasa que tenemos en nuestro cuerpo es igual ni tiene la misma función; según dónde la acumulemos y cuál sea su composición tenemos diferentes tipos de grasa.
Tipos de grasa según su localización
- Grasa intramuscular: es la grasa que encontramos entre las fibras musculares. Este % de grasa es insignificante en comparación con los otros tipos, pero sí tiene un papel en la obesidad, ya que se ha observado que un excesivo acúmulo de esta grasa (que ocurre en la obesidad), ralentiza la pérdida de peso, especialmente si no se realiza ejercicio físico. Esta grasa “se quema fácilmente” haciendo deporte.
- Grasa subcutánea: es la que se encuentra debajo de la piel y representa, generalmente, el mayor porcentaje de grasa de nuestro cuerpo. Además, se considera que es más fácil de eliminar y menos peligrosa que la grasa visceral.
- Grasa visceral: esta es la grasa que se acumula en el interior, en la cavidad abdominal y alrededor de los órganos. Es la grasa “que no se ve”. Y es la más peligrosa porque produce lo que se llama lipotoxicidad, que consiste en que cuando se acumula esta grasa, se producen sustancias derivadas de la grasa que interfieren en el buen funcionamiento del órgano afectado e incluso favorecen un estado de inflamación crónica del órgano. Esta grasa aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y diabetes.
Tipos de grasa según su función
- Grasa blanca: es la grasa que se encuentra en los depósitos de grasa que tenemos, la que se acumula y que todos conocemos. Su única función es aportar energía cuando la necesitamos. Si no la necesitamos, se almacena y que se queda ahí para cuando la necesitemos.
- Grasa parda: esta grasa es activa y produce energía. Es la grasa que produce calor para aumentar nuestra temperatura y protegernos del frío y no se acumula tanto. Por eso, se dice que en invierno se adelgaza más rápido que en verano porque se activa la grasa parda y se pierde. El problema es que esta grasa se va perdiendo con los años (no toda) y tenemos más cantidad cuando somos pequeños.
- Grasa beige: podríamos decir que es la grasa parda de los adultos, que tiene la función también de producir energía, pero es menos activa que la grasa parda y se acumula más.
¿Cómo sé si tengo grasa visceral?
Generalmente, la obesidad central (acumulación de grasa en la parte central del tronco) suele ser un indicativo de que existe un elevado porcentaje de grasa visceral. De hecho, existen 3 mediciones que se utilizan para estimar el riesgo cardiovascular de una persona:
- La medida de la circunferencia de nuestra cintura
- El índice cintura/cadera
- El índice cintura/altura: se recomienda que nuestra cintura mida, como máximo, la mitad de nuestra altura
Sin embargo, la manera más precisa de medir la grasa visceral es mediante el análisis bioeléctrico de impedancia (BIA). Esta técnica es sencilla, rápida y no invasiva, además ofrece resultados muy precisos. La medición del índice de grasa visceral es muy importante, no solo en personas con sobrepeso u obesidad, sino también en personas con normopeso. Puede haber personas con obesidad con índices de grasa visceral bajos, lo que nos indica que tiene menos riesgo de enfermedad cardiovascular, y personas con lo que se llama “obesidad oculta”, que son personas con normopeso con índices elevados grasa visceral, lo que significa que podrían tener riesgo elevado de desarrollar enfermedades cardiovasculares.