El papel del médico de familia en tu salud
19 junio, 2019 Medicina General | Publicaciones
Etiquetas: Medicina General
Actualmente se utilizan los términos “médico general”, “médico de familia” o “médico de atención primaria” para referirnos a los profesionales de la medicina responsables del cuidado de la salud y del restablecimiento de la misma en caso de enfermedad.
¿Quieres saber un dato curioso? Hasta no hace mucho tiempo, la forma común para referirse a estos profesionales era con el término “médico de cabecera” (seguramente lo habrás escuchado más de una vez). Este nombre se debía a la posición que ocupaba el médico cuando iba a visitar a un paciente: en la cabecera de la cama, lugar en el que podía pasar largas horas vigilando la evolución del enfermo. Desde entonces ya es palpable el compromiso del médico no solo con la enfermedad del paciente sino con su situación personal, atendiendo al paciente teniendo en cuenta las necesidades individuales de cada uno.
La labor del médico de atención primaria
Hoy en día el médico general o de familia es el primer contacto con la atención sanitaria, prestando atención médica primaria, continua e integral, tanto a individuos como a familias.
Esta atención integral del paciente incluye la habilidad de gestionar simultáneamente múltiples problemas y patologías, tanto agudas como crónicas, procurar una educación sanitaria para promover la salud y prevenir las enfermedades y, además, gestionar la atención, las curas, la rehabilitación y los cuidado paliativos; es lo que nos diferencia del resto de las especialidades, que tratan la enfermedad en el caso concreto. Todo esto dentro de un enfoque global, teniendo en cuenta las dimensiones culturales, existenciales y espirituales de cada persona.
El médico general tiene la responsabilidad de tomar las decisiones iniciales en todos los problemas que se presenten, requiriendo la consulta de especialistas cuando lo considere necesario.
¿En qué momento se consulta a los especialistas médicos?
Los médicos especialistas deben actuar como consultores, en coordinación con el médico de familia; su atención generalmente es episódica y deben ceder el seguimiento del paciente al médico de familia.
La Medicina General es esencial, y es el primer recurso al que debe acudir el paciente. En la consulta del médico de familia, el paciente se inicia la relación médico-paciente que tan importante es para ambos. En ese primer contacto el médico realizará la historia clínica para lo cual realizará preguntas relativas a las enfermedades pasadas, hábitos saludables y asó poder tener una visión general inicial de un paciente. Desde esta primera cita se inicia una relación de empatía, llegando a ser en muchas ocasiones confidente y consejero del paciente.
A partir de esta primera cita el paciente debe acurdo a su médico de familia ante cualquier patología aguda o cualquier duda sobre el cuidado de su salud. El médico realizará una valoración inicial, decidirá la necesidad o no de pruebas diagnósticas y nos planteará un plan de tratamiento. En las ocasiones en las que lo necesite solicitará la consulta de un médico especialista, al cual comentará el caso y establecerá un plan de seguimiento conjunto y individualizado para cada paciente.
Seguimiento de enfermedades crónicas por el médico de atención primaria
Las enfermedades crónicas, tras realizar el diagnóstico inicial requieren un control y seguimiento durante toda la vida. Se realizarán diferentes pruebas diagnósticas y seguimiento de las mismas, se podrá consulta con diferentes especialistas, pero siempre bajo la supervisión del médico de familia que, al conocer la enfermedad en su conjunto y, lo más importante, al paciente en su contexto, nos ayuda a entender los resultados, las pautas de las diferentes pruebas y consultas, explica el tratamiento, apoyando y comprometiéndose con el enfermo en todo el recorrido de su enfermedad estando con él y con su familia durante el proceso.
El médico de familia conoce bien a los pacientes, tanto en el sentido médico de la salud, como personal. A menudo, atiende a varias generaciones de una misma familia. Este conocimiento tan amplio resulta muy valioso, ya que permite adaptar los tratamientos a las características del paciente y explicarlos del modo más apropiado. De esta forma se consigue que el paciente siga el tratamiento correctamente, acuda a las revisiones y suma su enfermedad con la tranquilidad del compromiso y apoyo de su médico.