Ronquidos: causas y soluciones
5 enero, 2018 Patologías
El ronquido es una vibración que se produce al coger el aire (la fase inspiratoria) en las estructuras nasoorales. Según el tamaño y el espacio que exista para que pase el aire y la debilidad de las estructuras que haya a su alrededor (faringe, lengua, campanilla, paladar) estas vibrarán generando un sonido.
La prevalencia de los ronquidos es mayor en los hombres, sin embargo, las mujeres también comienzan a roncar a partir de la menopausia.
¿Ruido o enfermedad?
Los ronquidos son un ruido molesto para quien no los sufre pero los tiene que escuchar, pero también pueden ser síntoma de un problema mayor: las apneas del sueño, un colapso de las vías respiratorias que las obstruye durante unos segundos y se reanuda con un soplido o ronquido. Las apneas pueden producirse hasta 30 veces durante una hora de sueño e incluso despertar al paciente con sensación de ahogo. Si los ronquidos vienen acompañados apneas, las consecuencias son mucho más graves e incluso mortales.
Soluciones
Mientras que, en el caso de que los ronquidos sean solo ruidos, no se suelen tratar (a menos que se convierta en un problema social o de pareja), las apneas deben tratarse.
El tratamiento de primera línea más común es el Cpap (Presión Positiva de Aire, por sus siglas en inglés), una aparatosa máquina que abre las vías respiratorias mediante una mascarilla conectada a un tubo que envía aire ambiental a presión a la nariz y a la boca.
Otra solución es una cirugía a través de un otorrino o un maxilofacial o también las félulas de avance mandibular, cada vez más populares.
En el caso de los ronquidos sin enfermedad, hay que distinguir dos: los obesos y los anatómicos. Los primeros son personas que sufren sobrepeso u obesidad, lo que provoca que se achique el espacio que existe en el interior de la garganta, como consecuencia de la papada que se crea en la zona. En el caso de los anatómicos o delgados, el ronquido se produce porque alguna de sus estructuras óseas o anatómicas están desestructuradas (tener una lengua, un paladar o unas anginas muy grandes, una boca muy pequeña) y hacen la vía respiratoria más pequeña de lo normal.
Hay que señalar que el ronquido es algo postural: “es más conveniente dormir de lado que boca arriba”. Si con esto no mejora, habría que recurrir a una cirugía para recortar el paladar o la campanilla. Respecto a los geles y las tiras nasales, solo sirven durante una fase del sueño, pero no solucionan el problema.