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Tumores Testiculares

12 abril, 2019 Instituto Oncológico | Instituto Urológico | Recoletas Salud

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El cáncer testicular es relativamente infrecuente, sin embargo, es el tumor maligno más común en varones de 15-35 años. Lo más frecuente es que se diagnostique mediante la exploración física. Su principal característica reside en su carácter habitualmente curable, gracias a la combinación de métodos de diagnóstico rápido, marcadores tumorales discriminativos y protocolos terapéuticos eficaces, hasta tal punto que la tasa de supervivencia a los 5 años es superior al 95%.

Las causas del cáncer de testículo son desconocidas, así como los factores de riesgo que pueden favorecer la aparición de este tipo de tumores. El principal factor de riesgo es la falta de descenso del testículo en el momento del nacimiento (criptorquidia). Otros factores que se han asociado son concentraciones altas de hormonas maternas durante el embarazo y el parto prematuro, y la presencia de antecedentes familiares de cáncer de testículo.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS MÁS HABITUALES?

• Bultoma en el testículo: la gran mayoría de los tumores de testículo se diagnostican al aparecer un bulto en el testículo, que con frecuencia no duele.

• Dolor: dolor escrotal intenso por hemorragia o necrosis del tumor, dolor lumbar o clínica inflamatoria.

• Aumento de las mamas: puede aparecer crecimiento de las mamas en varones por el aumento de la Beta-Gonadotropina Coriónica (β-HCG), una hormona que solo aumenta en varones en algunos casos de tumores de testículo.

En los casos en los que existen metástasis en otros órganos (pulmón, cerebro, hueso, etc.), éstas pueden producir síntomas muy variados, dependiendo de su localización.

“El cáncer testicular es relativamente infrecuente, sin embargo, es el tumor maligno más común en varones de 15-35 años. La ecografía testicular y la determinación sérica de marcadores (β-HCG, α-fetoproteína) pueden confirmar la presencia del tumor en un 90% de los casos”

Existen dos tipos principales de tumores testiculares que es importante diferenciar, ya que el esquema de tratamiento será distinto:

1. Seminoma: son el 40% de los tumores testiculares y son más frecuentes durante la cuarta década de la vida. Estos tumores son más sensibles a la radioterapia que otros tumores de testículo.

2. No seminoma: los tumores no seminomatosos son el 60% de los cánceres de testículo y suelen aparecer durante la tercera década de la vida.

¿CÓMO SE DIAGNOSTICAN ESTOS TUMORES?

Para su diagnóstico es importante la autoexploración del paciente y si detecta algún cambio en la consistencia o tamaño testicular que solicite valoración por el especialista. En la consulta del urólogo, el diagnóstico del cáncer de testículo se realizará mediante la historia clínica detallada y una exploración física.

La ecografía testicular y la determinación sérica de marcadores (β-HCG, α-fetoproteína) suelen ser suficientes para confirmar la presencia de un tumor testicular en un 90% de los casos. Con la ecografía testicular se pueden distinguir lesiones testiculares intrínsecas o extrínsecas, y puede detectar tumores intratesticulares menores de 1-2 mm. Esta es una técnica accesible en la consulta de Urología y mínimamente invasiva. 

Una vez diagnosticado se debe completar el estudio con pruebas de imagen adicionales (TAC, gammagrafía, RMN…) para evaluar la extensión del tumor.

¿CUÁL ES SU TRATAMIENTO?

El tratamiento dependerá del tipo de tumor que presente el paciente y el estadio en que se encuentre. El tratamiento inicial siempre será el quirúrgico, incluso cuando el cáncer se ha diseminado, también está indicada la extirpación quirúrgica del testículo. De esta manera se analiza el tipo de tumor y su estadio y se plantea la estrategia terapéutica posterior.

En tumores localizados en el testículo puede ser suficiente con la cirugía, pero en la mayoría de los casos se complementa con quimioterapia y/o radioterapia adyuvante para frenar la progresión y evitar las recaídas.

Será necesario un seguimiento posterior a largo plazo con revisiones frecuentes los primeros años para detectar recidivas locales o en el testículo contralateral. En las revisiones, además de la recogida de síntomas y de la exploración física, suele realizarse una determinación de los marcadores tumorales y de forma periódica suele realizarse radiografía de tórax, TAC abdominal y una ecografía de testículo.

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