Dolor anterior de Rodilla
12 abril, 2019 Recoletas Salud
Etiquetas: Recoletas Salud Nº17 - Abril 2019
El dolor anterior de rodilla es una de las patologías más frecuentes de la consulta en Traumatología, afectando a pacientes de todas las edades y teniendo una mayor prevalencia en el paciente joven y adolescente.
La rodilla es la articulación más grande y fuerte de nuestro organismo y está sometida a cargas muy elevadas con la simple deambulación y que aumentan con la actividad física.
ANATOMÍA
Su anatomía ósea comprende la parte distal del fémur, la parte proximal de la tibia y la rótula entrando el cartílago de los mismos en contacto al doblar y extender la rodilla. La estabilidad de la rodilla es proporcionada fundamentalmente por cuatro ligamentos: los ligamentos cruzados, anterior y posterior, y los ligamentos laterales, interno y externo. Además la musculatura y sus tendones son los actores principales del movimiento de la misma y el cuádriceps, con su tendón cuadricipital y rotuliano, el protagonista indudable en su cara anterior.
Dada la complejidad anatómica de la rodilla en algunos casos es difícil diagnosticar la causa del dolor anterior, ya que es una articulación muy sensible a pequeños cambios por la mera actividad cotidiana, por el entrenamiento o por el sobreuso.
SÍNTOMAS
El síntoma más común es un dolor sordo, punzante, que se inicia gradualmente y guarda relación directa con la actividad, por lo que al aumentar ésta también aumenta el dolor. Suele sentirse detrás de la rótula o en su zona inferior o lateral y puede acompañarse de otros síntomas como crujidos al ponernos de pie o al subir y bajar escaleras, dolor al ponerse de cuclillas de forma prolongada, o incluso el cambio de calzado o de actividad física sin aumento de intensidad también pueden ser detonantes de los síntomas.
CAUSAS
La rótula se encuentra alineada justo delante de la articulación de la rodilla, y en la medida en la que ésta se doble o estire la rótula se desliza sobre la tróclea, un canal que se encuentra en la cara anterior del fémur. El dolor comienza cuando este deslizamiento no se produce correctamente y se produce un aumento de fricción entre los dos huesos. Esto puede producirse por distintas causas:
• Un mal posicionamiento de la rótula, encontrándose desalineada en su trayectoria de deslizamiento.
• Debilidad o contractura de los músculos de la cara anterior o posterior del muslo.
• Anomalías anatómicas del canal donde se desliza la rótula, siendo éste demasiado estrecho y produciendo aumento de contacto.
• Sobreuso de la articulación que somete a hiperpresión a la rótula. Los pacientes que suelen tener dolor anterior de rodilla son aquellos que han tenido lesiones previas, especialmente en la rótula, aquellos con sobrepeso y pacientes que realizan deporte de impacto contra el suelo como los corredores, saltadores, ciclistas y jugadores de deportes como fútbol, baloncesto y rugby.
EXAMEN MÉDICO
El examen médico va dirigido a esclarecer la causa del dolor y si hubiese otros problemas en la articulación. Durante el examen físico se comprueba la alineación y posicionamiento de la rótula, la estabilidad y movilidad de la rodilla y de la cadera, las inserciones tendinosas a la rótula, así como la fuerza y tono de la musculatura del muslo responsable de la movilidad de la articulación.
Las pruebas de imagen iniciales que se realizan son radiografías de la rodilla en distintas posiciones para determinar si hay algún problema de posicionamiento o anatomía con la rótula.
En caso de que hubiese persistencia del dolor a pesar de los tratamientos se puede solicitar una Resonancia Magnética para visualizar y determinar si la causa del dolor corresponde a lesión del cartílago o de ligamentos.
TRATAMIENTO
El tratamiento va dirigido a mejorar los síntomas de dolor, siendo pequeños cambios en los hábitos del paciente los que pueden lograrlo:
• Modificar la actividad física hasta que se resuelva el dolor. Para ello, hay que dejar de realizar las actividades de impacto y reducir las cargas en la rodilla modificando los entrenamientos haciéndolos de forma gradual.
• En pacientes con sobrepeso perder peso reducirá presión en la rodilla.
• Ejercicios de fisioterapia para aumentar la fuerza y elasticidad del cuádriceps que deberán ser mantenidos en el tiempo para evitar recaídas.
• El uso de plantillas para corregir una mala pisada por un pie prono, así como calzado adecuado a la actividad física puede reducir los síntomas y prevenirlos.
• Toma de antiinflamatorios no esteroideos como ibuprofeno o dexketoprofeno en las fases agudas de dolor.
• Fármacos como el condroitín sulfato, glucosamina o ácido hialurónico que en casos de daño del cartílago han demostrado su efectividad y reducción del dolor a medio y largo plazo.
En pocas ocasiones los pacientes no mejoran con el tratamiento conservador y es excepcional el uso de medidas quirúrgicas como la cirugía artroscópica para la retirada del cartílago dañado de la rótula o la cirugía abierta de realineación rotuliana.