El momento del parto: epidural sí o no
13 enero, 2015 Maternidad y ginecología
Existe actualmente un gran debate en torno a la conveniencia del uso de la epidural en el parto, encontrándose a menudo opiniones contrapuestas. Este ambiente controvertido crea un dilema aún mayor, sobre todo en las madres primerizas, que carecen de experiencia propia. Además, cabe tener en cuenta el acceso a gran cantidad de información a través de Internet que las madres tienen al alcance de la mano y que muchas veces no está contrastada.
El solicitar la epidural o no es una decisión personal que cada madre ha de meditar con calma durante el embarazo, optando por la alternativa que sienta más apropiada para ella y consultando sus dudas con su ginecólogo, ya que hay ciertas situaciones médicas que indican o contraindican la anestesia epidural.
Nosotros vamos a exponer las ventajas y desventajas del uso de la epidural, intentando que puedan ayudar a las futuras madres a tomar su decisión.
Ventajas del uso de la epidural
La gran ventaja de la epidural es que permite un parto sin dolor, pero a la vez la madre permanece despierta y plenamente consciente, ya que la anestesia tiene carácter local.
Reduce el trabajo que realizan los pulmones durante el parto, por lo que puede resultar benéfica si presentas alguna enfermedad pulmonar o cardíaca.
No sentir dolor reduce el esfuerzo físico del parto y el desgaste psicológico asociado al dolor del parto natural. Además, eliminando el dolor se eliminan gran parte de la ansiedad y el miedo de muchas mujeres al parto.
A diferencia de otros narcóticos empleados en anestesias y sedaciones, la proporción del componente activo que llega al bebé es mínima.
Se han realizado una inmensa cantidad de estudios sobre la seguridad de la administración de la epidural, que indican que es segura tanto para la madre como para el bebé. La posibilidad de complicaciones que dañen al bebé con la epidural es mínima.
Desventajas del uso de la epidural
La administración de la epidural alarga la segunda parte del parto, porque la madre pierde parte de la fuerza muscular para empujar, lo que puede aumentar el riesgo de episotomía y parto con fórceps.
Puede darse una bajada rápida de tensión, lo que afectaría al feto, ya que dejaría de llegar sangre a la placenta. Para evitar esta bajada de tensión, se mantiene a la madre hidratada todo el tiempo con suero intravenoso.
Puede asociar ciertos efectos secundarios como dolor de cabeza, dolor en la zona del pinchazo, adormecimiento de piernas, náuseas y mareos.
En la parte emocional, el hecho de ponerse la epidural hace que las madres no “sientan” el momento del nacimiento del hijo, y por eso muchas de ellas prefieren soportar los dolores pero vivir naturalmente la llegada del nuevo miembro de la familia.
Sea como fuere, tal y como hemos comentado, el hecho de solicitar la administración de la epidural es una decisión personal de la madre, que al fin y al cabo es la que tiene que pasar por el momento del parto, y es libre de elegir cómo quiere vivirlo de acuerdo con sus preferencias y necesidades. Aunque la mayoría de las mujeres toma esta decisión durante el embarazo, es posible cambiar de opinión en el momento del inicio del parto.