Problemas de fertilidad, ¿por qué yo?
25 agosto, 2015 Maternidad y ginecología
La dificultad para tener hijos, cuando existe un claro deseo de tenerlos, es una situación difícil para las parejas. Cuando tras un tiempo buscando el embarazo sin conseguirlo, una pareja acude a una Unidad de Reproducción Asistida, suele asociar emociones de angustia, frustración y miedo ante el posible diagnóstico de infertilidad/esterilidad pasando por distintas fases hasta la aceptación. Conocer las fases, identificarlas y saber que son normales es muy importante para afrontarlas con mejor salud emocional individual y de pareja.
Descubrir que se tienen problemas de fertilidad puede ser una auténtica “crisis vital” que altera el equilibrio emocional de la pareja. Aunque cada persona y cada pareja lo vive de manera distinta, es una experiencia que asocia un sentimiento de pérdida para cada miembro de la pareja. El duelo por la infertilidad es diferente a otros duelos porque no se pierde algo que se tenía, sino que se pierde un deseo o ilusión todavía no realizada, pero las fases por las que se pasa son similares a otros duelos o pérdidas:
- Shock: incredulidad y negación. En esta etapa es frecuente evitar el problema con explicaciones alternativas como la necesidad de descansar más o de coger vacaciones. También es frecuente buscar una segunda opinión médica para confirmar el diagnóstico.
- Enfado y culpabilidad. La culpa es un sentimiento muy común en las personas con problemas de fertilidad. Las preguntas ¿por qué nosotros?, ¿por qué yo? y las sensaciones de injusticia, vergüenza o impotencia son frecuentes y pueden derivar en sentirse culpables por comportamientos anteriores como haber utilizado métodos anticonceptivos o haber retrasado la búsqueda del embarazo. Frecuentemente si hay uno de los miembros de la pareja que tiene el diagnóstico de la causa de esterilidad, éste está más afectado emocionalmente y se siente culpable de privar a su pareja de la oportunidad de tener hijos. Es importante ser conscientes de la importancia de hacer equipo con la pareja y evitar los pensamientos negativos que nos lleven a culparnos por algo sobre que lo que no teníamos control o ya no podemos solucionar.
- Negociación: Intentar hacer lo que sea (negociar) consigo mismo o con el entorno, entendiendo los pros y contras de la pérdida. Se intenta buscar una solución a la pérdida a pesar de conocerse la imposibilidad de que suceda.
- Desesperanza: fase emocional caracterizada por pensamientos negativos de que no existen alternativas viables o positivas al problema, muchas veces vinculada con estrés y ansiedad, sentimientos de tristeza, desesperanza u otros síntomas depresivos (falta de apetito, insomnio, alteraciones en la sexualidad, etc.) o al aislamiento social. Los problemas de fertilidad están aún vinculados con tabúes y falsos mitos que hace que sea difícil compartir la situación con el entorno social y familiar, lo que hace que el entorno desconozca o subestime el impacto del proceso. Es importante compartir el proceso y comunicarse con la pareja para ayudarse mutuamente. También puede ser beneficioso buscar el apoyo del entorno social más íntimo o de los profesionales sanitarios especializados.
- Aceptación y búsqueda de soluciones: Una vez que la pareja ha pasado por las etapas anteriores, puede comenzar a reorganizar su proyecto de vida y aproximarse a la aceptación y resolución tanto individual como de pareja. La aceptación no significa que el problema desaparezca, sino que se puede manejar y se hace de una forma sana. La pareja se adapta y controla la situación y se valoran las posibilidades existentes como los distintos tratamientos de reproducción asistida, la adopción o realizarse como pareja sin hijos. El camino hasta la fase de aceptación varía en duración en intensidad de una pareja a otra, y es diferente para cada miembro de la pareja.
Descubrir que se padece un problema de fertilidad marca un hito en la vida de las personas y de la pareja. Es importante ser conscientes de que el diagnóstico de infertilidad/esterilidad asocia normalmente unas fases de duelo emocional que hay que transitar para llegar a la aceptación y comenzar a hacerle frente y tomar decisiones. Apóyate en tu pareja y en tu red social, acude a una unidad especializada en reproducción asistida para aprender sobre el problema y sus posibles tratamientos, y si lo consideras necesario, pide ayuda psicológica para afrontar el proceso. Poco a poco, irás retomando el control y volverás a encontrar el equilibrio mental para elegir tu camino.