¿Qué causa la sequedad vaginal?
9 junio, 2015 Maternidad y ginecología
La salud y bienestar vaginal es algo muy importante en la vida de la mujer. Cambios en la hidratación de la vagina pueden acarrear algunas complicaciones y afectar seriamente a la vida sexual. De hecho, los problemas de sequedad vaginal conforman la causa más frecuente de las consultas ginecológicas relacionadas con la actividad sexual.
Las causas más frecuentes de la sequedad vaginal son los cambios hormonales con disminución de estrógeno, el uso de medicamentos que reducen el deseo sexual y la falta de juego previo antes de la penetración.
Los estrógenos son las hormonas encargadas, entre otras cosas, de que el nivel de hidratación y lubricación vaginal sea el adecuado. Cuando la mujer sufre descensos en los niveles de estas hormonas, se desarrolla la sequedad vaginal. La mujer con sequedad puede sentir estos síntomas: ardor al orinar; ardor, dolor o picazón en la vagina; flujo vaginal escaso; dolor durante las relaciones sexuales e incluso sangrado después del coito. Además la sequedad hace a la mujer más propensa a contraer infecciones vaginales causadas por hongos o bacterias.
La sequedad vaginal puede darse por diferentes motivos, siendo el más común la menopausia, tal y como explicamos en este post, o por falta de estimulación. Sin embargo, también se puede deber a ciertas medicaciones o enfermedades.
Las terapias hormonales, como las píldoras anticonceptivas de baja dosis, pueden influir en la correcta hidratación de la vagina. Esto también se puede dar en las mujeres que estén bajo tratamientos con supresores hormonales, como algunos proporcionados para combatir el cáncer de mama. También pueden provocar sequedad vaginal otros medicamentos que causen una menopausia transitoria. Este tipo de sequedad desaparece una vez se retira la medicación que la causa y el nivel de estrógenos vuelve a la normalidad.
El Síndrome de Sjörgen también puede provocar sequedad vaginal. Es una enfermedad autoinmune que afecta a las glándulas encargadas de producir líquidos como la saliva, las lágrimas y las secreciones vaginales. Es un estado de sequedad generalizado.
Algunas mujeres pueden notar sequedad después de dar a luz o mientras están lactando, esto es un síntoma normal. Durante el embarazo, nuestro nivel de estrógenos aumenta pero, tras el parto, este pico hormonal desciende. Esto puede provocar la sequedad vaginal tras el parto y mientras damos el pecho. Todo volverá a la normalidad con la recuperación natural de los niveles de estrógenos.
También es posible que la sequedad sea causada por el uso de jabones, detergentes, perfumes y duchas vaginales poco respetuosas con el PH de esta zona. El PH de la piel en la zona vulvovaginal es ligeramente ácido durante la edad reproductiva y neutro durante la menopausia, por lo que debemos usar geles que adaptados a este ambiente, así evitaremos alteraciones que puedan causar sequedad u otros problemas.
Si la sequedad se debe a falta de excitación, por una parte se recomienda potenciar la erótica de la pareja y potenciar los juegos preliminares antes de la penetración y por otra parte existe una gran variedad de geles lubricantes creados para ello. Es más recomendable usar los que sean de base acuosa, los derivados del petróleo pueden alterar la flora vaginal e incluso disminuir la efectividad de los preservativos. Existen lubricantes para la zona genital más externa y otros para la zona vaginal interna. Según los síntomas y las necesidades de la paciente, son recomendables unos u otros.
Cuando la sequedad vaginal es causada por tratamientos farmacológicos, enfermedad o síndrome, también se pueden usar hidratantes vaginales y vulvares para aliviar la sequedad. Además, también existen medicamentos adecuados para compensar los cambios hormonales del climaterio o la menopausia.
Si sientes sequedad de vez en cuando no hay que asustarse, es normal. Pero si este hecho se convierte en algo recurrente o notas dolor u otros de los síntomas descritos, acude a tu ginecólogo, él te hará una revisión y las pruebas correspondientes para descubrir la causa y adaptar el tratamiento.