¿Cómo se realiza la Congelación de Embriones?
24 enero, 2018 Medicina General
La congelación tanto de óvulos como embriones se realiza mediante una técnica de congelación ultrarrápida denominada vitrificación. Este método presenta numerosas ventajas con respecto a la congelación lenta, que era la técnica utilizada hasta el descubrimiento de la vitrificación. Entre ellas, destacan las altas tasas de supervivencia tras la desvitrificación y el tiempo de congelación.
La criopreservación de óvulos y embriones está permitida por la ley española y es una herramienta básica en la reproducción asistida. Gracias a ella, se pueden preservar los embriones para su uso posterior, tanto para un tratamiento propio como para su donación a otras parejas o a proyectos de investigación.
La vitrificación es un proceso de congelación ultrarrápida en el que se utilizan crioprotectores, moléculas que protegen las estructuras internas del embrión de las bajas temperaturas. Estas moléculas sustituyen el líquido acuoso del interior de la célula.
El proceso a seguir es el siguiente:
- Se pasan los embriones por una serie de medios con una concentración creciente de crioprotectores que deshidratan las células.
- Se colocan los embriones en un sistema de soporte para congelación. El más habitual es el Cryotop.
- Se introduce el sistema de soporte con los embriones en una cubeta pequeña con nitrógeno líquido.
- Se coloca una tapa o capuchón al soporte en el que están los embriones.
- Se pasa el soporte tapado desde la cubeta al tanque de nitrógeno líquido.
- Tras estos pasos, se consigue que los embriones pasen de la temperatura de cultivo (37 °C) a la temperatura de congelación en nitrógeno líquido (-196 °C).
Los tratamientos con óvulos en fresco presentan tasas de embarazo ligeramente mayores que aquellos en los que se utilizan embriones que han sido vitrificados. Aún así, los embriones criopreservados son capaces de continuar su desarrollo de forma normal, implantar y dar lugar a un bebé sano.