Viajar durante el embarazo: mitos y riesgos reales
17 febrero, 2015 Maternidad y ginecología
En ocasiones, las mujeres embarazadas toman demasiadas precauciones durante el período de gestación debido a diversos mitos existentes. Algunos de estos mitos surgen en torno al hecho de viajar durante el embarazo. Hoy te ayudaremos a conocer algunas precauciones reales que debes tomar cuando viajes si estás embarazada.
El primer mito y más escuchado es que viajar en avión es perjudicial para el feto. Pues bien, esto no es así. Para las mujeres embarazadas sanas, los viajes por avión son seguros durante el embarazo, salvo que exista algún tipo de complicación, como por ejemplo pérdida de sangre, diabetes del embarazo, hipertensión, o has tenido previamente un parto prematuro. En estos casos es mejor que consultes con tu ginecólogo antes de planear el viaje.
El segundo trimestre suele ser el momento ideal para hacer viajes largos. La mayoría de las mujeres ya no sienten tantas náuseas en ese periodo, tienen más energía, el riesgo de que sufran un aborto espontáneo es pequeño, y todavía no tienen un gran volumen que las incomode.
Al reservar la plaza en los aviones conviene elegir un asiento de pasillo, que facilite la entrada y la salida. Durante el embarazo está aumentado el riesgo de trombosis venosa, por lo que se recomienda levantarse y moverse 5 minutos cada hora de viaje para evitar la trombosis. Por otra parte, en los dos últimos meses de embarazo, los ginecólogos no aconsejan a las mujeres embarazadas que viajen en avión por el riesgo de parto prematuro. Algunas compañías aéreas limitan viajar durante el último mes de embarazo o exigen un comprobante médico; otras aconsejan no viajar después de las 36 semanas de embarazo.
Otra leyenda urbana muy extendida trata sobre la mujer embarazada y el cinturón de seguridad. Se piensa que el cinturón de seguridad puede afectar al bebé o que no es obligatorio durante el embarazo. Pues bien, regulándolo de manera apropiada no existe ningún tipo de evidencia científica que indique que el desarrollo del bebé pueda verse afectado ya que el líquido amniótico protege al bebé. Por lo tanto, puede y debe usarse el cinturón de seguridad. La colocación correcta recomendada es con la banda inferior colocada por debajo de la barriga bien ajustada a la pelvis y la banda diagonal sobre el hombro, alejada del cuello y entre los senos.
Por el contrario, hay algunas afirmaciones que sí son ciertas, como la de que el viaje en coche y pasar mucho tiempo sentada se produce la compresión del sistema venoso, por lo que se aconseja parar durante el viaje cada dos o tres horas para poder moverse, estirar las piernas y descansar un poco.