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¿Sensación de falta de energía, agotamiento o cansancio? Todo sobre la Astenia

16 septiembre, 2021 Medicina General | Patologías | Publicaciones | Unidad de Promoción de la Salud

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Autora: Dra. Beatriz Adalia Martin – Unidad de Medicina Interna

La llegada de septiembre trae consigo la vuelta al trabajo, la matrícula en un nuevo gimnasio, el nuevo calendario de los niños… Al fin y al cabo, el comienzo de las rutinas tras el parón veraniego. Y aunque has intentado recargar las pilas durante las vacaciones, ¿sientes que te falta energía? ¿Te cuesta realizar incluso las tareas más sencillas?

Puede que tengas astenia. En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber para poder identificarla y enfrentarse a ella. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es la astenia?

La astenia es una sensación de debilidad y falta de vitalidad generalizada, tanto física como mental. Se manifiesta como una incapacidad para el inicio y el mantenimiento de tus tareas habituales, acompañada después de un tiempo de evolución de inestabilidad emocional, dificultad para la concentración mental y pérdida de memoria.

Aunque es posible que relaciones esto con debilidad y fatiga, es importante diferenciar la astenia de estos síntomas. La debilidad es solo la falta de fuerza neuromuscular y se manifiesta especialmente en una limitación para la actividad física, mientras que la fatiga es cansancio que aparece después o durante la actividad física. La astenia puede ir un poco más allá.

¿Cuáles son las causas de la astenia?

Las razones por las que aparece la astenia suelen ser muy diversas. Esta enfermedad puede aparecer por problemas psicológicos, pero también por causas fisiológicas u orgánicas. 

Cada persona es un mundo y puede verse afectada por diversos factores. A continuación te explicamos en detalle todas las posibles causas:

Astenia por causas psicológicas

Estas causas suelen ser las más frecuentes y traen consigo aquello que llamamos astenia reactiva o adaptativa. El cansancio, en este caso, puede venir provocado por situaciones de desempleo, dificultades económicas, múltiples trabajos, relaciones personales estresantes, cuidado de niños o enfermos o una situación de duelo.

En este grupo también encontramos razones psicológicas más profundas como algún trastorno psiquiátrico como depresión, ansiedad, trastorno de pánico y trastorno de somatización.

Astenia por causas fisiológicas y astenia primaveral o estacional

Este tipo de astenia se suele derivar de problemas fisiológicos trastornos del sueño, exceso o defecto de actividades, alimentación deficiente, embarazo, lactancia o envejecimiento.

Mención especial requiere la astenia estacional por ser una patología frecuente. Se define como la presencia de episodios depresivos mayores recurrentes en una época del año con remisión total posterior cuando es superada dicha estación. La astenia primaveral aparece en los meses de primavera es limitada en el tiempo y se debe descartar una causa orgánica antes de poder hacer el diagnóstico definitivo. Es de carácter leve y remite al cabo de días sin necesidad de tratamiento médico. Sus causas no se conocer con exactitud, pero se cree que están relacionadas con el cambio climatológico y la adaptación del cuerpo a la nueva estación; también se ha relacionado con trastorno alérgicos.

Astenia por causas orgánicas

Constituyen entre el 10-15% del total con mayor proporción en mayores de 65 años.

Entre las podemos encontrar causas infecciosas, siendo la infección aguda es la causa orgánica más frecuente. ¿Pero de qué tipo de infecciones hablamos? Entre las más comunes se encuentran las infecciones virales, infecciones respiratorias, mononucleosis infecciosa, hepatitis víricas e infecciones urinarias, cardiovasculares, endocrinometabólicas, pulmonares, hematológicas, reumatológicas, neurológicas, renales, gastrointestinales, oncológicas…

También se incluyen en este grupo los tóxicos (alcoholismo, dependencia a drogas, dependencia a benzodiacepinas, analgésicos o anfetaminas) y los fármacos. Algunos grupos farmacológicos implicados son: hipolipemiantes, inhibidores de la bomba de protones, benzodiacepinas, antihistamínicos, antihipertensivos, antitusivos, antimigrañosos, antiparkinsonianos, antibióticos, corticoides, opiáceos… Todos estos fármacos deben tenerse en cuenta ya que son elementos tratables, y en caso de no poder ser retirado, identificable.

Astenia crónica

Cuando la astenia cronifica, podemos encontrar una constelación de enfermedades caracterizadas por cansancio constante, fatiga precoz, dolor en partes blandas y trastornos del sueño, a las que se añade variada sintomatología.

Los “Síndromes Somáticos Funcionales” presentan una gran variedad de síntomas que no pueden ser explicados en un contexto de enfermedad o condición conocida, y que se caracterizan más por los síntomas, el sufrimiento y la incapacidad que generan en los pacientes, que por una fisiopatología demostrable. Los más prevalentes son el Síndrome de Fatiga Crónica, el colon irritable y la fibromalgia.

¿Qué síntomas nos tienen que alarmar para acudir al médico?

Es importante ser conscientes de que existen signos que deben llamarte la atención. Entre ellos destacan:

  • Pérdida de peso
  • Linfadenopatía
  • Signos neurológicos focales
  • Signos de enfermedad cardiorespiratoria
  • Signos de enfermedades inflamatorias y/o autoinmunes
  • Cualquier otro síntoma de sospecha de malignidad: hemoptisis, disfagia, sangrado rectal, nódulo en mama, sangrado postmenopáusico…

Ante cualquiera de estos signos es importante acudir a tu médico para una correcta evaluación. Pide cita en tu centro más cercano desde nuestra web para resolver cualquiera de tus dudas.

¿Cómo se diagnostica la astenia?

Para establecer el diagnóstico, la historia clínica es la parte más importante de la evaluación. Una buena historia clínica permite enfocar el diagnóstico, y debería incluir elementos fundamentales como antecedentes personales y familiares, estilo de vida, calidad del sueño, hábitos tóxicos, exposición laboral o tratamiento farmacológico.

Es importante tener en cuenta que el pronóstico suele ser peor en las personas de mayor edad y la enfermedad puede ser de muy larga duración cuando se asocia a diversas enfermedades.

Si tu médico sospecha de alguna enfermedad concreta, podrá además solicitar alguna prueba más compleja (análisis, radiografías, ecografías, TAC, etc) para confirmar o rechazar elementos que causen o aumenten la astenia.

¿Tratamiento?

Se estima que en el 75% de los pacientes habrá desaparecido la astenia antes de 6 meses. Cuando la astenia cronifica, lo más frecuente es que se tenga un diagnóstico etiológico que justifique el síntoma (sólo entre el 1% y el 10% cronifica sin causa identificada). 

Sea como sea, no existe un tratamiento de la astenia eficaz reconocido. En general, se corrige con el tratamiento específico de la enfermedad de base, ya sea orgánica o psíquica.

Aun así es importante ser consciente de que ciertos factores pueden ayudarnos en nuestro día a día. Tal como afirma la Sociedad Española de Medicina Interna, “una vida sana y dieta equilibrada cardiosaludable como la mediterránea, evitar el sedentarismo (practique ejercicio moderado y constante) y la evitación de hábitos perjudiciales (tabaquismo, alcoholismo, consumo de drogas, exposiciones solares prolongadas, …) son medidas generales beneficiosas, baratas y universalmente aceptadas.” Estas te  permitirán prevenir muchas dolencias, manteniéndote sano y optimista. 


Referencias

Astenia crónica | Sociedad Española de Medicina Interna | Ver referencia

Astenia | Redacción Médica | Ver referencia

Astenia | Instituto Gerontológico | Ver referencia

¿Tienes astenia primaveral? | Collegi de Farmacèutics de Barcelona | Ver referencia

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