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Imagen de una mujer en una exploración detectar hematoma retrocorial

¿Qué es un hematoma retrocorial y qué lo causa?

23 junio, 2021 Maternidad y ginecología

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Durante el embarazo la mujer sufre diferentes síntomas y complicaciones, es algo muy usual y que en numerosas ocasiones no produce ningún riesgo en la mujer ni en el bebé. En el caso del post de hoy abordamos un tema que afecta al 3% de las mujeres embarazadas y que, detectado de forma temprana y siguiendo las recomendaciones médicas, no supone complicaciones gestacionales alarmantes.

En Recoletas Red Hospitalaria, como grupo hospitalario de referencia, queremos que conozcáis más acerca de qué es un hematoma retrocorial y qué lo causa. Como siempre os decimos, ante cualquier anomalía, lo mejor es ponerse en manos de profesionales.

Hematomas en el embarazo 

Una de cada tres mujeres presenta una pérdida de sangre durante el embarazo, siendo más frecuentes en el primer trimestre de la gestación. Una de las causas más comunes de hemorragia son los hematomas intrauterinos en el embarazo. 

Estos hematomas aparecen al desarrollarse pequeños lagos de sangre dentro de la cavidad endometrial, situada entre la capa más superficial del útero y el tejido del embarazo. 

Los hematomas intrauterinos no tienen porqué ser peligrosos, de hecho la mayoría debería reabsorberse haciendo reposo. Sin embargo, como medida de precaución, ante la aparición de un hematoma, el embarazo pasa a considerarse de riesgo y se tiene un mayor control sobre él para valorar su desarrollo. 

El pronóstico del hematoma dependerá tanto de la ubicación como del tamaño. De esta manera, un hematoma pequeño suele ir acompañado de un buen pronóstico y sin riesgo de aborto. Sin embargo, si se desarrolla un dolor abdominal junto con un sangrado abundante o si el hematoma presenta grandes dimensiones y está ubicado en un sitio peligroso, el médico tendrá que valorar el diagnóstico para llevar a cabo la mejor solución ya que puede existir riesgo de desprendimiento de placenta o una rotura prematura de bolsa. 

Existen diferentes tipos de hematomas, diferenciándose entre ellos según la localización. En este post nos vamos a centrar en el hematoma retrocorial, un hematoma retroplacentario ubicado completamente detrás de la placenta. 

¿Qué es un hematoma retrocorial? 

Un hematoma retrocorial es un cúmulo de sangre en la zona de la placenta que puede suponer un riesgo de aborto y ocasionar otras complicaciones durante el embarazo. Como ocurre con cualquier otra parte del cuerpo, la placenta y las membranas amnióticas que rodean el embrión también pueden sufrir la rotura de algún vaso sanguíneo, acumulando sangre en la zona y formando un hematoma.

En el caso del hematoma retrocorial, el origen y el cúmulo de sangre se produce entre la placenta y la pared del útero, pudiendo ocasionar el despegamiento del saco gestacional originando un aborto o  afectar a la función de la placenta al disminuir el intercambio de nutrientes y oxígeno entre la madre y el feto.

La localización del hematoma retrocorial es el aspecto más decisivo para determinar la gravedad del mismo, siendo la proximidad a la placenta la más peligrosa, ya que puede producir una separación entre la pared uterina y la placenta, ocasionando su desprendimiento. Asimismo, el momento de la gestación en la que aparece el hematoma también es importante, ya que durante el primer trimestre del embarazo el riesgo de aborto es mayor.

Es crucial que ante un sangrado durante el periodo de gestación, la embarazada acuda a su ginecólogo para que determine el origen del mismo realizando una exploración y una ecografía. Es importante también no alarmarse, ya que el sangrado puede provenir de otro sitio, como por ejemplo, un cuello del útero inflamado y que no suponga una alarma. Para conocer mejor este tipo de hematomas, vamos a analizar en profundidad las causas del hematoma retrocorial y los posibles riesgos que suponen para el embarazo.

Causas del hematoma retrocorial 

La causa del hematoma retrocorial no está clara, aunque sabemos que existe mayor predisposición en las mujeres que antes o durante el embarazo hayan padecido alguna de estas patologías:

En el menor número de casos, un golpe en el vientre durante la gestación.

Hematoma retrocorial en el embarazo 

Como ya hemos mencionado, dependiendo de la posición y el tamaño del hematoma retrocorial (proporción con respecto al tamaño del embarazo), puede producir un aborto por efecto mecánico o ciertas complicaciones gestacionales al reducir la llegada de sangre y alimento al feto.

En concreto puede aumentar el riesgo de:

  • Despegamiento de la placenta (abruptio)
  • Parto prematuro
  • Rotura prematura de membranas
  • Retraso en el crecimiento fetal

Desarrollo del hematoma retrocorial 

Los hematomas retrocoriales se comportan de manera diferente dependiendo de cada embarazada. A grandes rasgos, existen 3 situaciones más habituales:

  • Se absorbe poco a poco y desaparece.
  • La sangre sale a través de la vagina en forma de sangrado.
  • El hematoma persiste a lo largo del embarazo sin que eso cause ningún problema.

En ocasiones, se recurre a la progesterona vaginal para reducir el hematoma e inhibir las pequeñas contracciones que pueden producirse en el útero pero generalmente la recomendación ante este problema es el reposo relativo.

Tratamiento del hematoma retrocorial 

El médico especialista determinará el tratamiento a seguir adaptado a cada situación, según el historial de la paciente y el tipo de hematoma. Sin embargo, aquí te dejamos algunos consejos generales a seguir en caso de presentar un hematoma: 

  • Reposo: Llevar una rutina relajada ayuda al buen desarrollo del hematoma, favoreciendo su reabsorción. El médico especialista determinará el tipo de reposo, relativo o absoluto, en función del riesgo del hematoma, según su localización y tamaño.
  • Abstinencia sexual.
  • Revisiones ginecológicas frecuentes: De esta manera, se tendrá un mayor control sobre el embarazo, siendo recomendable asistir al especialista cada 1 o 2 semanas. 
  • Controlar la medicación: Si el embarazo va acompañado de algún tratamiento médico, el especialista deberá valorar la opción de ajustarla a cada situación. 
  • Evitar el estreñimiento. 

En cualquier caso, los hematomas en el primer trimestre del embarazo suelen presentar un pronóstico favorable en más de la mitad de los casos, siendo fundamental su detección precoz. Por este motivo, si tienes cualquier duda o te encuentras en uno de los casos de riesgo de padecer un hematoma retrocorial, lo mejor es que acudas al especialista y que determine la manera más adecuada para prevenir las posibles complicaciones en el embarazo.

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