El deseo de tener un hijo y no poder conseguirlo de forma espontánea es una situación difícil que genera frecuentemente estrés y ansiedad y en algunos casos, depresión. El primer paso para sobrellevar mejor los sentimientos negativos relacionados con el proyecto reproductivo asistido es saber que son habituales y que hay mecanismos para afrontarlos mejor. El segundo paso es pedir ayuda a los profesionales.
Todos los grandes hitos de la reproducción (embarazo, parto, nacimiento y la esterilidad) son lo que los psicólogos llaman momentos de crisis evolutivas, es decir, son momentos vitales de gran importancia para las personas que frecuentemente van asociados a conflictos internos y ansiedad.
La aparición de dificultades para poder conseguir el embarazo suele asociarse a la aparición de sufrimiento emocional que será más o menos intenso en función de un gran abanico de factores como la personalidad, el equilibrio emocional previo, el estado de las relaciones de pareja, la capacidad de afrontamiento emocional y cognitivo, la disponibilidad de recursos económicos o la red de apoyo social y familiar con que cuente la pareja o la mujer sola, o cuántos tratamientos previos se han realizado.
Además de la ansiedad asociada a la propia infertilidad, los tratamientos de reproducción asistida generan momentos de ansiedad: las fluctuaciones emocionales asociadas a la medicación hormonal, las situaciones que amenazan con el tan deseado embarazo como el fallo del tratamiento o la pérdida embrionaria, o los momentos de toma de decisiones como empezar el tratamiento o terminarlo, etc.
Según la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), aproximadamente entre un 25% y un 65% de los pacientes que siguen un tratamiento de reproducción asistida pasan en algún momento por síntomas psicológicos significativos, y aunque la ansiedad es el más frecuente, también aparecen la culpabilidad, la ira, la desesperanza, la baja autoestima o la depresión.
Por otro lado, cada vez existe más evidencia de la influencia del estrés como causa de infertilidad. Se estima que al menos el 5% de los problemas de esterilidad de origen desconocido se deben al estrés.
Queda claro, por tanto, que la dimensión emocional y psicológica es muy importante en el abordaje de la infertilidad y en los tratamientos de reproducción asistida. Por ello, los equipos profesionales de los centros de reproducción asistida integran un enfoque cada vez más multidisciplinar y desarrollan al máximo sus habilidades y capacidades para abordar la dimensión psicológica de los problemas de fertilidad.
Los expertos de la SEF hacen algunas recomendaciones para intentar que este camino sea lo menos difícil posible:
Las fachadas de los centros hospitalarios se iluminarán del color que simboliza el apoyo a…
Hospital Recoletas Salud Burgos ha firmado un convenio de patrocinio y colaboración con el Club…
La directora gerente de Recoletas Salud en Marbella ha participado en el bloque de Casos…
El FID Segovia Recoletas Salud 2025 se celebrará en el Teatro Juan Bravo durante los…
El nuevo Centro de Rehabilitación y Fisioterapia de Recoletas Salud que ha entrado hoy en…
El tema de la jornada será el hombro doloroso. Dirigida al público en general y…