Bioimpedancia para diagnosticar la obesidad

La obesidad es considerada una enfermedad crónica, multiorgánica, que no solo afecta a la grasa corporal. Se sabe que tiene un componente metabólico e inflamatorio importante y que existe una relación significativa con factores ambientales como la alimentación y el ejercicio físico.

Por otro lado, está ampliamente demostrado que la obesidad está asociada a un mayor riesgo de sufrir morbimortalidad y otras patologías como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, alteraciones en la fertilidad en personas jóvenes, hipertensión, hígado graso no alcohólico y algunos tipos de cánceres. Según la estimación anual, en España, mueren alrededor de 2,5 y 3 millones de personas por complicaciones derivadas de la obesidad. Una grave situación que se podría prevenir con hábitos alimentarios y un estilo de vida saludable.

Tal es la magnitud de este problema que ya se habla de pandemia de obesidad. Un tercio de la población española sufre sobrepeso y casi un 20% obesidad. Por eso, la Unidad de Obesidad Recoletas, nace con el objetivo de dar solución a esta cuestión de salud pública. Y, para ello, el primer paso es realizar un correcto diagnóstico del sobrepeso y de la obesidad de la mano de los mejores profesionales y de las herramientas de última generación.

¿Cómo estudia la bioimpendancia la obesidad?

La impedancia bioeléctrica es una técnica muy rápida, sencilla y nada invasiva que permite medir la composición corporal. La medición consiste en el paso de una corriente eléctrica, inocua, y sin ningún tipo de efecto secundario, por los diferentes compartimentos de nuestro cuerpo para observar la respuesta de la grasa, el hueso, el agua y el músculo al estímulo eléctrico. Para ello, el paciente sube a una plataforma, coge las agarraderas y, en menos de un minuto, se obtienen los resultados.

Así, lo primero que nos indica es la distribución de cada compartimento corporal. El informe muestra cómo se distribuye el peso total del paciente. La grasa y la masa libre de grasa, que incluye la masa grasa (músculo), el agua corporal (líquido) y la masa ósea (huesos).

Otro resultado que obtenemos es el estado fisiológico: la relación que existe entre grasa y músculo. En la imagen podemos apreciar como este paciente tiene un estado fisiológico de obesidad de constitución fuerte, lo que nos indica que hay un exceso significativo de grasa, pero también masa muscular.

Además, la bioimpedancia ofrece el porcentaje de grasa corporal y su clasificación.

La impedancia bioeléctrica es útil para medir la masa libre de grasa (agua, proteínas, masa ósea, etc.) y la masa magra o músculo. En la imagen del ejemplo vemos como nos indica que la masa libre de grasa es deficiente, lo que significa que está descompensada con la grasa.

Prevención de sarcopenia y osteoporosis

Del mismo modo, los parámetros facilitados por este análisis permiten conocer el índice de riesgo de padecer sarcopenia y osteoporosis. La sarcopenia es un término técnico que se utiliza para definir que existe una pérdida de masa muscular y fuerza, derivada de enfermedades hereditarias, falta de ejercicio y sedentarismo o envejecimiento.

Detectar el riesgo de sarcopenia a tiempo es muy importante para evitar que empeore. Además, en el caso de la obesidad, es un parámetro muy importante porque si hay obesidad y riesgo de sarcopenia, significa que la grasa le está comiendo terreno al músculo y hay que revertirlo. En el ejemplo, se muestra una persona con obesidad pero bajo riesgo de sarcopenia.

Como parte complementaria del estudio, se muestran datos del agua corporal y el estado de hidratación del paciente para valorar la retención de líquidos, muy común en la obesidad.

Por otro lado, la bioimpedancia, nos ofrece datos acerca de la masa ósea para poder detectar a tiempo la disminución de la densidad y el riesgo de padecer osteoporosis.

Grasa visceral, el enemigo que no se ve de la obesidad

Una de las principales funcionalidades de la impedancia bioeléctrica es que permite medir el índice de grasa visceral. Es decir, la grasa que no se ve y se acumula en la cavidad abdominal alrededor de los órganos. Esta grasa es la más peligrosa porque produce lipotoxicidad. Interfiere en el buen desarrollo y funcionamiento del órgano afectado y favorece su inflamación crónica. Además, la presencia de altos niveles de grasa visceral, aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y diabetes. Mantener la grasa visceral en valores que no superen los 12 puntos es importante para evitar este tipo de complicaciones derivadas. A partir de 13 puntos se considera que el paciente está en riesgo.

Edad real vs edad metabólica

Por último, un paramétro muy significativo que ofrece este aparato en el estudio de la obesidad es la edad metabólica. ¿Cómo de saludable es nuestro metabolismo? Si la edad metabólica que indica es superior a la edad real del paciente, significa que necesita mejorar su metabolismo con alimentación y ejercicio físico. En este ejemplo podemos ver como un paciente de 52 años tiene una edad metabólica de 70 años.

Además, como novedad, esta máquina ofrece una visión completa de dónde está distribuida la masa grasa y la masa muscular. Esto permite una evaluación mucho más precisa de la composición corporal de cada paciente y la evolución del tratamiento de pérdida de peso. La bioimpedancia posibilita saber si el paciente pierde grasa y de qué parte y si gana o pierde músculo.

Con todos estos datos, más la evaluación de la historia clínica, en Unidad de Obesidad Recoletas podemos hacer un diagnóstico preciso de cada paciente, así como ofrecerle un tratamiento óptimo para mejorar su composición corporal y evaluar, con mucha precisión, su evolución. Porque revertir la obesidad no se trata solo de perder peso, sino de mejorar la composición corporal y todos los parámetros que indican un buen estado de salud y que podemos analizar con esta máquina.

¡No dudes más y ponte en contacto con nosotros! Pierde peso, gana vida.