La Inseminación Artificial (IA) es una sencilla y eficaz técnica de reproducción asistida que consiste en la introducción de espermatozoides, previamente tratados en laboratorio, dentro del útero de la mujer, coincidiendo con el momento de la ovulación. De esta manera, al elegir los espermatozoides con mayor capacidad de fecundar un óvulo y hacerles llegar en el momento óptimo en el que el óvulo avanza por las trompas de Falopio se favorece el encuentro de ambos gametos y se aumentan las posibilidades de que tenga lugar el embarazo
Sí. La medicación que debe tomar la mujer previa a la realización de la IA sirve para estimular sus ovarios. De este modo, se favorece la formación y maduración de uno o varios ovocitos y así aumenta la probabilidad de fecundación cuando se coloquen los espermatozoides en su útero. Después de la IA hay que administrarse progesterona vía vaginal para favorecer la implantación del embrión, en caso de que se haya producido fecundación, y también proteger el embarazo en sus primeras semanas de desarrollo.
No. Pese a las dudas que pueden surgir sobre si se debe hacer reposo después de que la mujer se someta a un tratamiento de Inseminación Artificial o no, lo cierto es que ningún estudio científico ha demostrado, a día de hoy, que el reposo ayude o aumente las probabilidades de concepción.
Es por esto que, después del reposo de entre 10 y 15 minutos que hace la mujer en la clínica inmediatamente después de haberle realizado la técnica, se recomienda hacer vida normal. De hecho, se aconseja a las mujeres que vayan a someterse a este tipo de tratamiento a estar ocupadas con diversas actividades, a fin de evitar pensar y obsesionarse con los resultados.
La IA tiene un número muy bajo de complicaciones.
Sin embargo, algunos de los efectos secundarios o molestias que pueden experimentarse son:
No siempre aparecen estos síntomas en todas las mujeres que se someten a un tratamiento de IA y en caso de aparecer suelen ser en un grado leve-moderado. Por eso al finalizar la IA tu especialista en reproducción te dará unas pautas a seguir para estar lo más confortable posible si aparecieran estos efectos secundarios.
Después de la IA, tiene lugar el periodo de espera para saber si se ha logrado el embarazo o no. Este periodo dura dos semanas y se conoce como betaespera (porque la hormona que mide el resultado se llama Beta-HCG). La prueba de embarazo se puede hacer mediante análisis de sangre o más frecuentemente en orina, según lo indique el especialista.
En caso de que la prueba sea positiva, las indicaciones que se deben tener en cuenta durante el embarazo son las mismas que en un embarazo que se ha conseguido de forma natural. Si por el contrario fuera negativa, será el ginecólogo el que valorará cómo ha ido el ciclo, la mejor manera de realizar un nuevo intento y pactará los próximos pasos con la paciente.
En definitiva, no hay cuidados especiales que deban hacerse, ni después de un tratamiento de Inseminación Artificial, ni una vez se logra el embarazo por esta vía, ya que el método por el cual se ha conseguido no influye de ninguna manera en el desarrollo del embarazo.
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