Recoletas Salud

Las arañas vasculares y su tratamiento

El término médico para las arañas vasculares es telangiectasia, que define un vaso superficial de la piel de 0.1mm a 1mm de diámetro, visible a simple vista. Pueden aparecer con formas características diferenciadas:

  • como líneas delgadas eritematosas
  • dilatadas e intensas en su coloración
  • con hipertensión venosa superficial
  • con elevación tortuosa y coloración azulada

Constituyen el Grado I de la insuficiencia venosa crónica de miembros inferiores. Las arañas vasculares son otro de los signos producidos por la hipertensión venosa. Como resultado de alteraciones estructurales o funcionales de las venas de mayor calibre. Se estima que las venas varicosas se presentan hasta en el 60% de la población adulta mundial. Además, aumentan con la edad y están presentes en, aproximadamente, el 8% de las mujeres entre 20 y 30 años. La cifra sube al 41% después de la quinta década y llega al 72% en la séptima década de la vida.

Factores de riesgo

No todas las arañas vasculares se asocian a varices. Se cree que las telangiectasias ocurren a través de una liberación de sustancias vasoactivas bajo la influencia de una variedad de factores, tales como:

  • hormonas sexuales (estrógenos)
  • fármacos (corticoesteroides)
  • sustancias químicas irritantes de la piel
  • factores físicos (traumatismos, exposición solar, incisiones quirúrgicas previas…)

El resultado es una neogénesis vascular, es decir, formación de pequeños vasos que conforman las arañas vasculares.

Son más comunes en los muslos, tobillos y pies, pero también pueden aparecer en el rostro. La mayoría de las telangiectasias aparecen en las piernas. Esto se debe a la presión del peso corporal, la fuerza de la gravedad y la tarea de llevar la sangre de vuelta hasta el corazón.

Así, entre los factores de riesgo para padecer telangiectasias en miembros inferiores destacan:

  • historia familiar de dicha patología
  • obesidad
  • uso de anticonceptivos orales
  • administración de hormonas femeninas o esteroides
  • embarazo
  • permanecer mucho tiempo de pie o sentado
  • uso habitual de ropa ajustada
  • traumatismos

Las arañas vasculares son raramente un problema de salud grave, pero pueden causar sensaciones desagradables como picazón o ardor. Algunos pacientes pueden presentar calambres, dolor pulsátil, sensación de pesadez o fatiga de la pierna. En otras ocasiones, cada vez con mayor frecuencia, las consultas se realizan por apariencia cosmética.

Su tratamiento

El tratamiento de las arañas vasculares se realiza para aliviar los síntomas y mejorar la apariencia. La escleroterapia es el tratamiento más común. Se trata de un procedimiento sencillo que no requiere anestesia y se puede realizar en la consulta médica. Se utiliza una aguja de muy fino calibre para inyectar un producto químico líquido o en espuma en la pequeña vena a tratar. El producto esclerosante produce la destrucción localizada y controlada de la capa endotelial (más interna) del vaso. Es decir, hace que las paredes de las venas se hinchen, se peguen y sellen. Esto detiene el flujo de sangre y la vena se convierte en tejido fibroso. En pocas semanas, la vena debe desaparecer con excelentes resultados estéticos. Se puede hacer vida normal inmediatamente después del tratamiento.

Normalmente se ha de repetir el tratamiento en la misma zona más de una vez para conseguir resultados óptimos. Los tratamientos se realizan cada cuatro o seis semanas. Se recomienda la utilización de medias de compresión gradual después de la escleroterapia para ayudar con la curación y disminuir la inflamación. Este tratamiento es muy eficaz si se realiza correctamente.

Previamente a la escleroterapia, es absolutamente necesario que el cirujano vascular realice pruebas diagnósticas. De esta forma, se permite evaluar la funcionalidad del sistema venoso profundo y superficial de los miembros inferiores y seleccionar el tratamiento más adecuado. Es muy importante el conocimiento del problema como un todo. Si existen varices asociadas, es preciso saber:

  • si son primarias o secundarias a un problema trombótico de las venas profundas
  • si hay insuficiencia de las venas safenas
  • si existen varices nutriendo y manteniendo las telangiectasias y ramificaciones.

En este caso es necesaria la retirada de los puntos de hipertensión venosa mediante cirugía convencional o técnicas percutáneas (radiofrecuencia o láser) previamente a la escleroterapia.

Autor: Dr. Gonzalo González Pérez, Angiología y Cirugía Vascular
Andrea

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