La donación de embriones es una de las alternativas menos conocidas de los tratamientos de reproducción asistida que permiten a parejas con problemas de fertilidad convertirse en padres gracias a un embrión donado por otras parejas o mujeres.
Generalmente los embriones disponibles para la donación proceden de mujeres o parejas que se sometieron a tratamientos de fecundación in vitro en los que se produjeron embriones sobrantes que se congelaron y que posteriormente la pareja no necesita.
Las alternativas legales para los embriones congelados son para que la propia pareja los utilice para un segundo tratamiento, donarlos a otras parejas o cesar en su mantenimiento (este último caso sólo se puede aplicar cuando la mujer haya finalizado su etapa reproductiva, avalado por dos informes de especialistas ajenos al centro) o donarlos para la investigación médica (en el caso de existir un proyecto de investigación autorizado con embriones).
Es como un ciclo de criotransferencia con embriones donados, es decir, cuando una mujer decide comenzar un tratamiento de reproducción asistida con embriodonación, debe preparar su útero con medicación para acoger al embrión.
Las criotransferencias (tanto de embriones propios como de embriones donados) se diferencian de los ciclos de FIV en que no hay que estimular el ovario ni realizar punción ovárica para obtener ovocitos (ya que los embriones ya existen), sino que solo se estimula el endometrio para favorecer la implantación, por lo que la mediación es más suave que en la FIV completa.
La mayoría de personas que recurren a la adopción de embriones son parejas heterosexuales con problemas de fertilidad en ambos miembros, que ya han recurrido a otros tratamientos previos de reproducción asistida sin éxito.
Por otro lado, también es habitual que acudan a esta técnica de recepción de embriones mujeres solas que no tiene óvulos de calidad, como alternativa a un ciclo de ovodonación con semen de donante.
Existen diversos condicionantes clínicos destinados a garantizar que la pareja cumple requisitos para la donación: en primer lugar, la mujer no tenga más de 35 años en el momento de la congelación de los embriones y el hombre no supere los 50, además deberá realizarse varias pruebas para reducir la transmisión de enfermedades a la descendencia.
Además, a nivel legal, para que los embriones sobrantes de una pareja puedan ser donados, ésta debe firmar un consentimiento informado específico. Las clínicas de fertilidad que criopreservan embriones tienen la obligación de preguntar periódicamente a las parejas sobre el destino que quieren dar a los embriones.
La demanda de donación de embriones no es tan alta como los procesos de donación de óvulos o de semen, ya que es poco conocido, y como hemos visto existen limitaciones legales y clínicas para la donación de embriones, aunque la tasa de gestación en bastante buena.
Según el último registro publicado por la Sociedad Española de Fertilidad, la tasa de gestación por ciclo de embriodonación es de 42,7% por ciclo de descongelación de embriones. Comparándolo con otros ciclos de criotransferencias, las tasas son más altas que por criotransferencia de embriones provenientes de ovocitos propios (33,6%) o incluso que las de embriones provenientes de ovocitos donados (38,3%).
Este porcentaje llamativamente alto requeriría un análisis en profundidad de la casuística agrupada pero como hipótesis explicativas puede deberse a que es una técnica utilizada por mujeres solas o parejas de mujeres sin patología de fertilidad asociada o a otros factores no estudiados por el bajo número de ciclos a nivel nacional de embriodonación, a que las parejas que donan sus embriones suelen hacerlo porque ya han tenido gestación (lo que supone un factor favorable), o a que al existir limitaciones técnicas y legales para la inclusión de un banco de embriones se seleccionen en muchas ocasiones embriones procedentes de ciclos con ambos gametos con ambos gametos donados.
Una de las cuestiones que se plantean las futuras madres o padres antes de recurrir a la adopción de embriones, lo mismo que cuando se accede a otras técnicas con gametos donados es la cuestión de pérdida de transmisión genética. Hoy en día existe todavía cierto tabú sobre la importancia y dependencia a de la carga genética de los padres en los hijos, sin embargo, esta es una cuestión que está empezando a normalizarse y los expertos consideran este hecho un avance en las alternativas de la reproducción asistida.
Cada caso es diferente y lo más conveniente es consultar con el especialista en reproducción asistida qué tratamiento puede ser el adecuado para cada caso de infertilidad. Contacta con nosotros y estudiaremos tu caso personalmente.
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