La endometriosis es un problema ginecológico que se produce cuando el tejido endometrial (el revestimiento del interior del útero) crece fuera del mismo, en otros órganos no preparados para ello, lo que puede producir sangrados, esterilidad y dolores.
Para comprender mejor esta afección es necesario explicar cómo se desarrolla esta enfermedad. La parte más interna del útero está cubierta por un tejido mucoso denominado endometrio, que es la capa que se prepara cada ciclo menstrual para acoger el embrión en caso de embarazo y se desprende con la menstruación.
Así, la endometriosis se produce cuando este tejido crece fuera de la cavidad uterina, normalmente en otras partes del área pélvica como los ovarios, las trompas de Falopio, el recto o la vejiga, aunque ocasionalmente puede aparecer en otros órganos más alejados, como los intestinos, o los pulmones.
La endometriosis es una afección frecuente, se estima que afecta a una de cada diez mujeres y que en más el cincuenta por ciento de los casos es asintomática, por lo que la incidencia puede ser mayor pero no se diagnostica.
Según su forma y el lugar en el que se presenta, podemos diferenciar tres tipos de endometriosis:
El cuadro clínico que la acompaña puede ser muy variado ya que el tejido endometrial fuera del útero reacciona a las variaciones hormonales con el ciclo menstrual y crecen con la regla, aunque no se desprenden con la menstruación, por lo que la acumulación de sangre y tejidos, en función de la localización, puede provocar síntomas como:
No se sabe cuál es la causa de la endometriosis y existen distintas teorías. Algunas investigaciones apuntan a que es debida a un retroceso de la sangre menstrual a través de las trompas de Falopio que hace que las células endometriales se fijen en la pelvis y se reproduzcan.
Sin embargo, este retroceso se produce en muchas mujeres que no llegan a desarrollar endometriosis, por lo que otras investigaciones indican que es el propio sistema inmunitario el que permite que estos tejidos depositados se destruyan o, por el contrario, den lugar a endometriosis. También se ha documentado que, en algunos casos, la endometriosis es hereditaria y de hecho, existe más riesgo de padecer endometriosis si una familiar de primer grado está afectada.
Cada caso es diferente y generalmente, se sospecha de endometriosis en pacientes con problemas de fertilidad, dolor pélvico o reglas muy dolorosas. Sin embargo, sí podemos destacar algunos factores de riesgo que pueden influir en las probabilidades de una mujer para padecer esta enfermedad. Estas son:
Aunque a veces la endometriosis se diagnostica sin síntomas por un hallazgo oportunista durante una exploración rutinaria, lo habitual es que se diagnostique cuando la mujer acude al médico por presentar síntomas o porque la mujer no consigue quedarse embarazada.
Es importante acudir a un especialista en cuanto aparecen posibles síntomas para que realice un diagnóstico adecuado, ya que la endometriosis es una enfermedad benigna pero progresiva y es necesario realizar una serie de exploraciones complementarias para concretar la localización y la severidad de cada caso y con ello determinar el tratamiento médico o quirúrgico que mejor se adapta al tipo de endometriosis y al grado de desarrollo.
Es importante señalar que, al no conocerse la causa de la endometriosis, no existe ningún tratamiento que la cure, pero sí es posible aliviar los síntomas, evitar que las lesiones progresen o restablecer la función reproductiva.
No obstante, aunque se trate de una enfermedad sin curación conocida hasta el momento, sabemos que termina con la llegada de la menopausia, es decir, cuando se detiene la menstruación.
La endometriosis es una de las principales causas de la infertilidad femenina, se calcula que entre el 25 y el 50% de las mujeres infértiles sufren endometriosis
Las razones por las que la endometriosis afectan la fertilidad pueden ser por destrucción de la función ovárico (al destruir el tejido ovárico sano), por obstrucción del las trompas de falopio o porque mala función de las trompas que hace que la unión del óvulo y el espermatozoide se vea alterada o que el transporte hacia el útero del embrión no ser realice correctamente.
Aun así, muchas mujeres que padecen endometriosis tienen posibilidades de quedarse embarazadas mediante técnicas de reproducción asistida. En este sentido, el tratamiento que se considera más apropiado es la fecundación in vitro, ya que el embrión se introduce directamente en el útero, sin tener que pasar por las Trompas de Falopio, que es dónde mayores dificultades podría encontrar.
Si tienes alguno de los síntomas, estás teniendo problemas para lograr el embarazo o estás dentro de alguno de los grupos de riesgo, es recomendable que acudas a un especialista en ginecología y/o reproducción asistida para que realice las pruebas pertinentes para el diagnóstico de la endometriosis en fases lo más precoces posibles para evitar la progresión de la. Contacta con nosotros y te ayudaremos en tu camino hacia la fertilidad.
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