La regla es normal y fisiológica. A toda mujer en edad reproductiva le acompaña. Cada 28 días aproximadamente y con una duración de entre 4 a 7 días, toda mujer tiene un sangrado menstrual, aunque también pueden considerarse dentro de la normalidad aquellos ciclos menstruales que oscilen entre 21 y 35 días.
Se puede decir, por lo tanto, que cuando la frecuencia o la cantidad del sangrado difieren de lo mencionado anteriormente, se tratará de un sangrado menstrual anormal (SMA) y se entiende que se presenta sin tener relación con el ciclo menstrual.
Para resolver todas las dudas respecto a las anomalías que pueden surgir en el sangrado menstrual y ayudar a que las mujeres identifiquen los sangrados menstruales anormales y puedan acudir al ginecólogo en caso de necesitarlo, explicamos sus posibles causas y su tratamiento y algunos consejos para reducir el riesgo de padecerlo.
Aunque en España no existen datos que reflejen su incidencia en la población, se estima que 1 de cada 3 mujeres puede sufrirlo, siendo las más susceptibles aquellas cuya edad se encuentra en los extremos de la época reproductiva, es decir, la adolescencia y la perimenopausia.
El SMA es considerado un problema socio-sanitario de cierta magnitud debido a que influye negativamente en la calidad de vida de las mujeres que lo padecen y genera importantes costes sociales al ser un motivo de frecuente consulta tanto en las clínicas ginecológicas privadas como en los centros públicos de atención primaria que, a su vez, los derivan en su gran mayoría a los servicios de Ginecología.
Podemos dividir las causas del SMA en dos grandes grupos: los sangrados secundarios debidos a enfermedades orgánicas y aquellos que se originan por alteraciones funcionales (hormonales).
En la mayoría de las mujeres, el sangrado uterino anormal es causado por un desequilibrio hormonal, denominándose medicamente como hemorragia uterina disfuncional o HUD.
Otras de las causas más frecuentes que puede mencionarse serían: el estrés y los estilos de vida actuales, el uso inadecuado de la píldora anticonceptiva, el embarazo, la presencia de pólipos o de miomas o el padecer enfermedades como la endometriosis y la adenomiosis.
En menor frecuencia pueden también causar SMA el cáncer uterino o cáncer cervical, el uso de ciertos medicamentos, la presencia de coagulopatías, alteraciones de la glándula tiroidea.
En la mayoría de los casos, se establece una relación directa entre las causas y la edad de la mujer:
Si tu ciclo menstrual ha cambiado debes ser observadora y guardar un registro preciso de cuándo empieza y termina, incluyendo la cantidad de sangrado y si hubo expulsión de coágulos, además sería importante registrar cualquier otro síntoma que pudiera aparecer.
El diagnóstico y la identificación de las posibles causas del sangrado anormal implican una serie de pruebas que incluyen: una historia clínica detallada, examen físico con ecografía, citología, análisis de sangre y la realización de una histeroscopia o biopsia de endometrio si se precisa.
Recuerda que cada mujer, transcurridos sus primeros años de adolescencia, desarrolla un patrón de sangrado propio y que por lo general va a permanecer constante a lo largo de sus años reproductivos. Sin embargo es habitual, la variación del patrón menstrual al menos 2 ciclos por año, ya sea porque duren más o menos días, la cantidad de la pérdida sea menor o mayor o se presenten antes o con retraso.
Por lo tanto, un cambio en los ciclos menstruales deberá ser estudiado, si este persiste en el tiempo durante más de 3 ciclos seguidos o es tan intenso que repercuta sobre la salud de la mujer. En cualquier caso, deberás contactar con tu ginecólogo si tienes cualquiera de los siguientes síntomas:
En la actualidad, sea cual sea el origen del sangrado uterino anormal, los tratamientos suelen ser conservadores, sin embargo, el tratamiento adecuado depende de la causa subyacente, edad y deseos genésicos futuros, por lo que es importante individualizar cada caso y seleccionar la opción que más la beneficie física y psicológicamente.
Sí. Aquí te dejamos algunas recomendaciones de autocuidado relacionadas con el estilo de vida para minimizar el riesgo de SMA:
Para mantener una buena salud ginecológica es importante que estés atenta a los cambios menstruales que se pueden experimentar de un ciclo a otro e informar al especialista en el caso de observar algo anormal, para que estudie tu caso y realice un diagnóstico certero. Así podrá aconsejarte el tratamiento más adecuado para solucionar el problema o darte algunos consejos para evitar estas anomalías menstruales. Si es tu caso, contacta con nuestro equipo de ginecólogos y concierta una cita para resolver todas tus dudas.
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