Durante la etapa del embarazo la mujer experimenta multitud de sensaciones nuevas. Su evolución fisiológica a lo largo del embarazo no tiene por qué causar ningún problema para la salud del bebé ni de la madre, sin embargo se debe de llevar a cabo un seguimiento del embarazo por parte de médicos especialistas en ginecología y obstetricia para evitar cualquier tipo de contratiempo.
¿Qué tipos de pruebas se realizan? ¿para qué sirven? y ¿en qué momento se suele llevar a cabo cada una? En este post damos respuesta a estas preguntas en relación al control del embarazo y aunque cada embarazo es único y dependiendo de su evolución puede requerir de pruebas específicas, te contamos cuáles son las más comunes.
Una vez confirmado el embarazo, la primera visita al ginecólogo suele realizarse alrededor de la semana 8 desde la fecha de última regla.
En esta consulta, el ginecólogo revisará la historia clínica de la futura mamá: enfermedades importantes, cirugías e historia ginecológica (Tipo menstrual, fecha de última regla, embarazos previos, abortos espontáneos, etc)
En este historial también se indica el histórico familiar y de la pareja para revisar antecedentes médicos y posibles patologías.
Se completa esta primera visita con una exploración física y un control de la tensión que se repetirá en todas las futuras revisiones médicas del embarazo para llevar un seguimiento de la evolución del mismo.
Además se solicitará una analítica general para valoración del estado general de la mujer en este primer trimestre de embarazo
En este primer control se hará también la primera ecografía que suele ser por vía vaginal. En esta primera eco se comprueba el desarrollo del embrión, el tamaño, se detecta si es un embarazo único o múltiple y se descarta cualquier tipo de anomalía como el embarazo ectópico. Esta ecografía también es útil para determinar la fecha probable de parto.
Este es uno de los momentos más emocionantes para la futura mamá ya que también se pueden escuchar los latidos del bebé.
Las ecografías más importantes de embarazo se realizan cada trimestre. Durante el primer trimestre se realizará la ecografía para determinación del triple screening , en el segundo trimestre la ecografía morfológica y ya en el tercer trimestre se realiza para valoración sobre todo del crecimiento fetal.
Se realizará alrededor de la semana 12-13
Consiste en una ecografía morfológica precoz y una analítica de sangre. La combinación de ambas pruebas constituye el triple screening. Se trata de un estudio para analizar la posiblidades de que el bebé esté afectado por las enfermedades cromosómicas más frecuentes como son el Síndrome de Down o Síndrome de Edwards
En el caso de no haber podido realizar este screening en semana 12, existe un estudio alternativo que se lleva a cabo entre las semanas 14 y 16 y consiste en un análisis de sangre y ecografía.
Esta prueba rutinaria se realiza entre la semana 20 y 22 para descartar malformaciones mayores. Es una ecografía muy importante ya que se analiza la morfología completa del feto (cabeza, corazón, pulmones, columna, estómago, etc ) y también permite conocer el sexo del bebé.
Además se lleva a cabo una biometría (medición de la cabeza, abdomen, fémur,… para comprobar el correcto desarrollo) y un estudio de la placenta, el cordón umbilical y cantidad de líquido amniótico.
Esta ecografía se realiza en torno a la semana 32 y sirve para llevar un seguimiento del crecimiento del bebé, el líquido amniótico, permite localizar la placenta y definir la posición del feto así como detectar malformaciones tardías.
Además , de las ecografías rutinarias del embarazo, en la Unidad de la Mujer Recoletas contamos con tecnología Baby Eco Visión, una nueva generación de ecografía con gafas de realidad aumentada que consiste en una experiencia inmersiva que permite ver el feto en tres dimensiones y en tiempo real. Gracias a esta avanzada tecnología, podemos ver los gestos faciales del bebé, como un bostezo, una sonrisa o cualquier tipo de movimiento.
Como recomendación general se realiza control materno-fetal mensual, para llevar un seguimiento médico continuo que permite evaluar el desarrollo del embarazo. Se realizan para ello varias pruebas, que , aunque varían en función de cada paciente, en general son:
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Cada embarazo es distinto y es posible que se necesiten realizar algunas pruebas adicionales para llevar un control más exhaustivo. Dependiendo de los resultados obtenidos en el resto de pruebas rutinarias es probable que la matrona o el ginecólogo soliciten este tipo de pruebas para descartar cualquier tipo de alteración:
Además de los controles ginecológicos, que son esenciales, el embarazo es una etapa en la que los estilos de vida saludables son esenciales y tienen efecto doble: para la madre y para el bebé. Desde la Unidad de la Mujer Recoletas promovemos la salud y el bienestar de las familias a través de la escuela de embarazo y crianza, un servicio que integra un programa completo de seguimiento ginecológico del embarazo, parto y puerperio que garantiza una atención completa y personalizada gracias a un equipo de profesionales multidisciplinar. Conoce más sobre nuestra escuela y únete a nuestro grupo en Facebook para seguir recomendaciones de nuestros profesionales sobre cuidados en el embarazo.
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