El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una de las patologías endocrino-metabólicas más comunes en la mujer.
Es una enfermedad que se diagnostica erróneamente con frecuencia, ya que presenta gran variabilidad en su presentación clínica, tanto entre mujeres, como en una misma mujer a lo largo de su vida, por lo que es muy importante que el diagnóstico lo realice un ginecólogo.
Para ayudarte a conocer mejor esta patología y resolver algunas dudas frecuentes al respecto, sobre todo como expertos en Ginecología y Fertilidad, vamos a hacer un repaso por las principales cuestiones que suelen preocupar a las pacientes en nuestras clínicas.
Entre los principales síntomas del Síndrome de Ovario Poliquístico se encuentran el exceso de andrógenos (hormonas sexuales masculinas), la disfunción de la ovulación, la obesidad y/o los ovarios poliquísticos.
Sin embargo, no existen unos criterios unificados para el diagnóstico del Síndrome de Ovario Poliquístico. Se considera SOP tanto la manifestación completa del síndrome, como la aparición de alguno de los síntomas mencionados.
En general se recomienda iniciar el estudio diagnóstico en alguno de los siguientes escenarios, que suponen los casos de mayor riesgo:
Adolescentes con obesidad intratable, con o sin hirsutismo, equivalentes de hirsutismo o irregularidades menstruales.las irregularidades menstruales pueden aparecer en el periodo peripuberal, por lo que la menarquía puede verse retrasada. Puede aparecer oligomenorrea (menos de 8 reglas al año, o ciclos menstruales de más de 35 días); o amenorrea (falta de regla 3 o más meses).
El hirsutismo se define como exceso de pelo terminal corporal (grueso y pigmentado), de distribución masculina, localizado sobre todo en labio superior, periareolar, pectoral y medioesternal, y a lo largo de al línea alba en abdomen inferior.
La hemorragia uterina disfuncional se entiende como el sangrado en intervalos inferiores a 21 días, de duración superior a 7 días , o que requiere cambio de compresa/ tampón antes de 1-2 horas. Esto se produce porque las mujeres con SOP tienen niveles normales de estrógenos, pero no así de progesterona (al tratarse de ciclos oligo o anovulatorios), por lo que ésta no consigue contrarrestar el efecto estrogénico sobre el endometrio.
El origen del SOP sigue sin conocerse, aunque según las últimas investigaciones, parece ser el resultado de una alteración genética compleja donde múltiples variantes genéticas interactúan con factores ambientales.
Lo que parece claro es el papel central de la resistencia a la insulina y de la hiperinsulinemia compensatoria como el principal defecto.
La resistencia a la insulina del SOP se caracteriza por una sensibilidad selectiva a la insulina, de tal forma que algunos tejidos son altamente resistentes (hígado, músculo); y otros sensibles, como el ovario. Por lo tanto, éste reacciona a las altas concentraciones de insulina circulantes, mientras que se observan defectos selectivos en la acción metabólica de la insulina en el resto del cuerpo, de ahí el incremento del riesgo en pacientes con SOP de desarrollar síndrome metabólico, diabetes mellitus tipo 2 y enfermedad cardiovascular.
En el ovario, la insulina estimula directamente a las células de la teca para producir andrógenos y , además, inhibe la síntesis hepática de proteína fijadora de hormonas sexuales ( SHBG), lo que indirectamente incrementa las concentraciones de andrógenos libres.
Existen diversos tratamientos para cada uno de los síntomas de la paciente con SOP. La elección entre ellos dependerá de los intereses de la paciente. Como primera premisa habrá que plantear si la mujer tiene deseos de gestación a corto plazo.
Hay que tener en cuenta además que la obesidad contribuye sustancialmente a las alteraciones reproductivas y metabólicas del SOP (aumenta la resistencia insulínica), por lo que la dieta y el ejercicio físico es la primera medida a tomar en todas las pacientes con SOP obesas.
Los fármacos de primera línea en el tratamiento del hiperandrogenismo son los anticonceptivos hormonales combinados. Es necesario recordar que cualquier tratamiento que disminuya la secreción de andrógenos se debe continuar durante 6 meses antes de introducir modificaciones. Ello es debido a que con la disminución androgénica se previene la aparición de nuevos folículos pilosos, pero tiene poco efecto sobre los ya existentes, que deberán completar su ciclo vital antes de su caída.
En el caso de que no se desee anticoncepción, la alternativa terapéutica son los inositoles, que son moléculas que reducen la resistencia a la insulina y el hiperandrogenismo, mejoran la función ovárica, restablecen el ciclo menstrual y mejoran el perfil lipídico.
El efecto máximo se logra tras 6 meses de tratamiento. Además, los inositoles a las dosis que habitualmente se manejan, no presentan ningún efecto adverso.
Si tienes alguno de los síntomas que puedan estar asociados al SOP , acude a tu ginecólogo. En la Unidad de la Mujer Recoletas, contamos con una Unidad de Ginecología con una amplia experiencia que tratará tu caso de forma personalizada e integral. Pide cita y resuelve todas tus dudas con profesionales expertos.
Información redactada por la Doctora Beatriz Corral, especialista de nuestra Unidad de Ginecología y Obstetricia en Valladolid.
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