Visita al ginecólogo: la importancia de las revisiones ginecológicas en todas las etapas de la vida

El cuidado de la salud sexual y reproductiva de una mujer es esencial en todas las etapas de su vida. El ginecólogo no sólo es de gran ayuda cuando surge algún problema o durante el embarazo, sino que puede resolver cualquier duda sobre sexualidad, menstruación, anticoncepción y, sobre todo, realizar seguimiento periódico para detectar y prevenir cualquier complicación, contribuyendo a preservar su salud ginecológica.

En muchas ocasiones, cuando una mujer está sana y no percibe ninguna cuestión concreta que consultar con el ginecólogo, no le da importancia a las revisiones ginecológicas anuales. Sin embargo, estas visitas al ginecólogo deberían ser una cita obligada al año para toda mujer.

Te contamos cómo puede ayudarte tu ginecólogo en cada una de las etapas de la vida. Toma nota y pide cita a tu ginecólogo si este año no te has hecho la revisión.

En el inicio de la actividad sexual

En esta etapa, las principales dudas suelen relacionarse con la anticoncepción y la confirmación de que no existe ningún problema en su salud sexual. Es fundamental acudir al ginecólogo y realizar las revisiones pertinentes cuando la mujer comienza a mantener relaciones sexuales.

En esta etapa, el ginecólogo puede ser de gran ayuda para:

– Aclarar dudas sobre anticoncepción.

– Facilitar información sobre la vacuna del virus del papiloma humano o cualquier otra patología ginecológica.

– Realizar una citología.

– Resolver cuestiones sobre menstruación y ciclo menstrual.

– Solventar las posibles lagunas sobre temas sexuales.

Asimismo, la salud sexual y reproductiva de una mujer comienza a adquirir mayor importancia  cuando aparece la menstruación. Por ello, cuanto antes acuda a sus revisiones ginecológicas, antes comenzará a conocer el funcionamiento de su cuerpo y a cuidar su salud.

En el proceso de búsqueda de un embarazo

Cuando una mujer comienza a pensar en el embarazo, es conveniente que consulte con el ginecólogo todas sus dudas, planificar dejar la anticoncepción y empezar a cuidarse para un embarazo saludable. Durante este proceso el ginecólogo procederá a:

– Realizar una analítica para comprobar que la mujer ha pasado algunas enfermedades que pueden suponer una complicación para el embarazo, como la rubeola, la varicela o la toxoplasmosis, entre otras.

– Realizar una citología, una exploración física completa y una ecografía para comprobar que todo está bien.

– Recetar ácido fólico.

– Aconsejar sobre hábitos de vida saludable para mejorar la fertilidad.

En el embarazo

En el embarazo, el ginecólogo se convierte en una de las personas referentes en la vida de una mujer y, es que, durante la gestación, los controles del embarazo son imprescindibles. A la hora de escoger un buen ginecólogo para esta etapa se deben buscar:

– Ginecólogos especializados en obstetricia, con unidad de embarazo de alto riesgo si fuera necesario.

– Una buena unidad de diagnóstico prenatal con especialistas en medicina maternofetal.

– Una clínica que atienda partos  y cesáreas con  equipo de guardia 24 horas.

Tras el parto

Una vez la mujer se convierte en madre, el ginecólogo es clave para el seguimiento de su recuperación, tanto inmediata como durante el puerperio. La primera revisión tras el parto normalmente es a la semana del mismo y la siguiente se realiza pasado el puerperio o cuarentena (a las seis semanas aproximadamente). En estas consultas es importante:

– Controlar el buen funcionamiento de la lactancia, ya sea materna, con biberón o mixta, para comprobar cómo se encuentra la mujer durante este proceso y que todo se desarrolle correctamente.

– Consultar los métodos anticonceptivos más adecuados.

– Resolver dudas sobre la recuperación de las relaciones sexuales.

-Preparar el reinicio de la actividad cotidiana, de la recuperación de peso y de  recuperación del suelo pélvico.

– Comprobar el buen funcionamiento de los ciclos menstruales.

– Realizar una revisión completa.

 

Controles anuales: cruciales para la prevención

Toda mujer, desde que comienza a tener relaciones sexuales y a partir de los 25 años aunque no tenga relaciones sexuales, debe realizarse revisiones ginecológicas anuales que incluyan una ecografía, una citología y una mamografía a partir de los 40 años. Las revisiones son esenciales para detectar posibles factores de riesgo que haya que corregir, y con ello prevenir o diagnosticar precozmente problemas ginecológicos.

En la menopausia

Una de las etapas de la vida de una mujer en la ésta experimenta cambios en su cuerpo que pueden afectar a su calidad de vida es la menopausia. Por eso, durante este periodo en el que la mujer deja de producir óvulos y por tanto de menstruar, las visitas al ginecólogo son muy importantes para:

– Confirmar que la mujer se encuentra en el periodo de menopausia o menopausia precoz.

– Diagnosticar, en caso de existir, y tratar si fuera necesario los síntomas propios de la menopausia.

– Resolver cualquier duda sobre la sexualidad en la menopausia.

– Recibir consejos sobre alimentación y hábitos de vida durante esta etapa.

En FIV Recoletos llevamos 26 años cuidando de la salud de la mujer en todas las etapas de su vida y contamos con un equipo de profesionales especializado en ginecología, obstetricia y patología de mama.