En la actualidad más de un millón y medio de españoles sufren problemas auditivos en nuestro país de forma regular y aproximadamente la mitad ha sufrido tapones alguna vez.
Para mantener una correcta higiene de nuestros oídos se recomienda visitar al especialista al menos una vez al año, o con una mayor asiduidad si tenemos tendencia a la formación de tapones o a desarrollar patologías auditivas. En muchas ocasiones el otorrino aparece en escena demasiado tarde, cuando ya hay algún problema auditivo, otitis o tapones de cerumen, entre las patologías menores.
El mejor método para la limpieza es el uso de productos existentes en el mercado, que sirven para reblandecer y eliminar los tapones de cera. No es aconsejable el uso de bastoncillos y otros objetos, ya que se podría conseguir introducir la cera en el interior, producir heridas, perdida de audición o problemas más graves como perforaciones.
Es aconsejable dejar un periodo de tiempo de varios días entre cada limpieza, para mantener un nivel de cera mínimo en nuestros oídos. Asimismo, debemos aumentar la precaución en bebés para evitar las molestas otitis, que es la segunda causa de consulta médica más frecuente en los niños.
Es importante limitar el uso de auriculares y otros aparatos externos: tapones de baño o ruido, manos libres; ya que pueden aumentar la producción de cerumen y la introducción de residuos o humedad.
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